Desde Anguinán, departamento de Chilecito, la empresa estatal Agrogenética Riojana SAPEM, desarrolla un interesante proyecto para la explotación de la industria de cannabis con fines industriales y medicinales que encuentra sus bases en el valor agregado y en ofrecer un producto terminando premium.

La empresa está habilitada para el cultivo e industrialización de "Cannabis Sativa L". en el marco de la ley nacional nro. 27.350,  bajo resolución del Ministerio de Salud de la Nación ya cuenta con la autorización para distribución desde el Estado Nacional.

En la provincia argentina de La Rioja tendrán la oportunidad de su primera producción de aceite de cannabis con fines medicinales, y estará disponible en farmacias, bajo receta médica.  A contra mano del esquema del agro tradicional, La Rioja se perfila como una de las provincias líderes en la producción de marihuana con fines terapéuticos e industriales a nivel nacional.  Desde allí, al borde de la cordillera de Los Andes, se plantea un proyecto federal que puede ser el motor para el desarrollo de la industria nacional del cannabis, si otras provincias deciden adoptar su modelo que; promete no dejar atrás a los pequeños productores que deseen convertirse en Pymes y ser parte de la industria. La idea que se plantea en La Rioja es que se desarrollen proyectos merecedores de la licencia a través de la relación Estado-empresa que, del otro lado; tengan un mercado al que puedan llevar su producto a un precio adecuado para garantizar el pago a los otros proveedores y demás participantes de la cadena.

El cannabis es una industria nueva y como tal, necesita una fuerte presencia del Estado porque es el único que puede garantizar que todos los actores y sectores puedan estar dentro de la cadena de valor y logren un desarrollo armónico; con una estrategia territorial y un real beneficio para la población, El Estado "...tiene que generar modelos que atiendan tres sectores: Primero, el minifundio, que debe ser abordado a través de un sistema cooperativista que incluya a todos los cultivadores de escala chica, a quienes se desempeñaban en la clandestinidad, a todos quienes no tienen la capacidad de acceder por sus propios medios a una licencia; que no conocen del tema o que no tienen las herramientas para transformarse en Pyme..", comentó  Benjamín Enricci, presidente de #Agrogenética.