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Atención Cognitiva, el Proceso.

por: mwilson
 |  Hastag Urbano
La atención cognitiva se refiere a la capacidad de una persona para concentrarse y procesar información de manera eficiente y efectiva. Implica la capacidad de seleccionar, mantener y cambiar el enfoque en estímulos relevantes mientras se ignoran las distracciones irrelevantes.

Existen diferentes componentes de la atención cognitiva, que incluyen:

1. Atención sostenida: es la capacidad de mantener la atención en una tarea o estímulo específico durante un período prolongado de tiempo.

2. Atención selectiva: permite enfocar la atención en un estímulo específico mientras se ignoran las distracciones.

3. Atención dividida: implica la capacidad de realizar múltiples tareas simultáneamente o cambiar rápidamente entre diferentes tareas o estímulos.

4. Atención alternante: se refiere a la capacidad de cambiar de manera flexible el enfoque de la atención entre diferentes tareas o estímulos.

5. Atención sostenida: es la capacidad de mantener la atención y el rendimiento a lo largo del tiempo en tareas que pueden volverse monótonas o aburridas.

6. Inhibición de respuesta: implica la capacidad de suprimir las respuestas automáticas o impulsivas y controlar los comportamientos impulsivos.

El entrenamiento y la práctica pueden mejorar la atención cognitiva. Algunas estrategias para mejorarla incluyen la meditación, la planificación y organización efectiva, la reducción de distracciones, el establecimiento de metas realistas, el descanso adecuado y una alimentación saludable.

Es importante tener en cuenta que los trastornos de atención como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (#TDAH) pueden afectar la atención cognitiva de una persona, y en esos casos puede ser necesario buscar intervención y tratamiento profesional para abordar las dificultades.

La atención se puede definir como la capacidad de seleccionar y concentrarse en los estímulos relevantes. Es decir, la atención es el proceso cognitivo que nos permite orientarnos hacia los estímulos relevantes y procesarlos para responder en consecuencia. Cabe destacar que la atención no es un proceso unitario, sino que existen distintos tipos de atención. Como se puede intuir por la propia definición de atención, esta capacidad cognitiva es de gran importancia, pues la usamos a diario. Afortunadamente, podemos mejorar la atención con un plan adecuado de entrenamiento cognitivo. En resumen, se puede decir que la atención es una capacidad que nos sirve para crear, guiar y mantener nuestro cerebro activo de manera que podamos procesar correctamente la información.

Tipos de atención

La atención es un proceso complejo que participa prácticamente en todas nuestras actividades diarias. A lo largo del tiempo se ha hecho evidente que la atención no era un proceso unitario, sino que se podía fragmentar en diferentes “sub-procesos atencionales” o tipos de atención. De este modo, se han ido proponiendo diferentes modelos para explicar de la manera más fiel posible cada uno de dichos sub-componentes o tipos de atención. El modelo más aceptado es el Modelo jerárquico de Sohlberg y Mateer (1987, 1989), basado en los casos clínicos de la neuropsicología experimental. Según este modelo, la atención se descompone en:

Atención Interna: Capacidad de prestar atención a procesos internos mentales o sensaciones.

Atención Externa: Se trata de la atención causada por estímulos que provienen del exterior, de nuestro entorno.

Atención Abierta: Está acompañada de respuestas motoras, que en este caso nos facilitarán la acción de atender, por ejemplo, girar la cabeza y mirar a una persona cuando nos habla.

Atención Encubierta: Esta capacidad nos permite prestar atención a estímulos sin que aparentemente de la sensación de estar llevando a cabo esa acción.

Arousal: Hace referencia a nuestro nivel de activación y al nivel de alerta, a si estamos adormilados o enérgicos.

Atención focalizada: Se refiere a la capacidad de centrar nuestra atención en algún estímulo.

Atención sostenida: Se trata de la capacidad de atender a un estímulo o actividad durante un largo periodo de tiempo.

Atención selectiva: Es la capacidad de atender a un estímulo o actividad en concreto en presencia de otros estímulos distractores.

Atención alternante: Consiste en la capacidad de cambiar el foco atencional entre dos o más estímulos.

Atención dividida: Se puede definir como la capacidad que tiene nuestro cerebro para atender a diferentes estímulos o actividades al mismo tiempo.

Atención Auditiva:Capacidad de atender a estímulos que percibimos a través de nuestros oídos.

Sistemas Atencionales y Neuroanatomía

Si tenemos en cuenta las bases neuroanatómicas y los tipos de atención ya descritos, podemos describir tres sistemas diferentes de atención, siguiendo el modelo de Posner y Petersen (1990):

Sistema Activador Reticular Ascendente (#SARA) o Red de Alerta: Este sistema se encarga principalmente de regular el Arousal y de la Atención sostenida. Se encuentra en estrecha relación con la formación reticular y algunas de sus conexiones, como las áreas frontales, las estructuras límbicas, el tálamo y los ganglios basales.

Sistema Atencional Posterior (#SAP) o Red de Orientación: Este sistema se encarga de la Atención Focalizada y de la Atención Selectiva de estímulos visuales. Las áreas cerebrales relacionadas con este sistema son la corteza parietal posterior, el núcleo pulvinar lateral del tálamo y el colículo superior.

Sistema Atencional Anterior (SAA) o Red de Ejecución: Este sistema se hace cargo de la Atención Selectiva, de la Atención Sostenida y de la Atención Dividida. Está relacionado con la corteza prefrontal dorsolateral, con la corteza orbitofrontal, con la corteza cingulada anterior, con el área motora suplementaria y con el neoestriado (núcleo caudado).

Ejemplos de atención cognitiva.

Durante la conducción hacemos uso de todos los subprocesos atencionales: Necesitamos estar despiertos al volante (Arousal), ser capaces de centrar nuestra atención en los estímulos de la carretera (Atención focalizada), ser capaces de mantener la atención durante largos periodos de tiempo en lo que ocurre en el trayecto (Atención sostenida), ser capaces de no distraernos con estímulos irrelevantes (Atención selectiva), ser capaces de cambiar nuestro foco de atención repetidas veces de nuestro carril al carril de al lado cuando vamos a adelantar (Atención alternante) y ser capaces de realizar todas las acciones necesarias para la conducción, como usar los pedales, manejar el volante y cambiar de marcha a la vez (Atención dividida).

La atención va a ser el primer requisito para aprovechar las horas de clase o de estudio. Este ámbito es probablemente uno de los más claros y familiares cuando se trata de dar una definición de atención, ya que estamos acostumbrados a escuchar que ""hay que atender en clase"". Naturalmente, necesitamos estar despejados para entender aquello que leemos o escuchamos, y así evitar leer una y otra vez la misma línea sin enterarnos de su contenido. Tiene especial importancia la atención sostenida durante las clases o el estudio, ya que a veces resulta monótono procesar tantos datos durante tantas horas y terminamos distrayéndonos. Esto deriva en pérdida de tiempo e información, con consecuencias negativas en el rendimiento académico. No obstante, todos los tipos de atención son relevantes en estos contextos

La atención también es indispensable para cualquier trabajo. Desde aquellos trabajos de oficina en los que necesitamos leer y rellenar documentos, pasando por los controladores aéreos, deportistas, cajeros, transportistas, médicos, barrenderos, hasta grandes ejecutivos. Todas las profesiones van a requerir de varios o todos los tipos de atención.

En nuestro día a día también empleamos constantemente la atención. Desde que nos levantamos hasta que volvemos a dormirnos, nos valemos de los diferentes tipos de atención para ser eficaces. La falta de atención puede llevarnos a que confundamos y tiremos la cuchara a la basura y el envase del yogur al fregadero. Para evitar esto, para leer un libro, ver una película, hacer la comida, asearnos o quedar con nuestros amigos, necesitamos la atención.

El #TDAH, la inatención y otros trastornos asociados a problemas en la atención

Existen diversas patologías relacionadas con la atención, estas se pueden dividir en alteraciones cuantitativas y cualitativas:

El trastorno más conocido de la atención es, probablemente, el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (#TDAH) o sin hiperactividad (#TDA). Este trastorno conlleva una dificultad para dirigir y controlar la atención, así como la conducta en general. Se ha descubierto que el cerebro de las personas con #TDAH muestra una serie de diferencias anatómicas en el núcleo accumbens, en el núcleo caudado, en el putamen, en la amígdala, en el hipocampo, en áreas prefrontales y en el tálamo. Estos síntomas y estas diferencias neuroanatómicas pueden ser consecuencia de una maduración tardía del cerebro.

Además del #TDAH, existen diversos tipos de trastornos característicos de la alteración de los diferentes tipos de atención. Los estados de alteración del nivel de consciencia, como el estado de coma (o aprosexia), el estado vegetativo y el estado de mínima conciencia, cursan con una alteración en el nivel de alerta (arousal), o de atención focalizada y subprocesos atencionales más complejos. Estos trastornos son provocados principalmente como consecuencia de un daño cerebral, ya sea un ictus o un Traumatismo Craneoencefálico (#TCE). Tras un daño cerebral, también pueden aparecer trastornos de atención en general (con una distractibilidad y fatigabilidad excesivas), o algunos más específicos como la heminegligencia (incapacidad para atender al lado contralateral de la lesión cerebral). Además, pueden darse alteraciones de la atención en patologías como la esquizofrenia, la dislexia, las demencias como la Enfermedad de Alzheimer. Por el contrario, en los trastornos de ansiedad, como el #TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo), o en trastornos depresivos se da un aumento de la atención, pero hacia los estímulos ansiógenos o negativos, descuidando el resto.

¿Cómo medir y evaluar la atención?

Evaluar los diferentes tipos de atención puede ser de gran ayuda en diferentes ámbitos de la vida: en ámbitos académicos (saber si un alumno va a necesitar ayudas para el estudio o descansos), en ámbitos clínicos (saber si un paciente está capacitado para realizar su vida normal sin ayuda externa) o en ámbitos profesionales (saber si los trabajadores van a estar capacitados para ciertos puestos, o si va a aguantar correctamente toda la jornada laboral).

Mediante una completa evaluación neuropsicológica podemos medir de una manera eficaz y fiable la atención y otras habilidades cognitivas. Para un psicopedagogo es bueno  disponer de un conjunto de test que evalúan algunos de los subprocesos que componen la atención, como: la atención focalizada y la atención dividida. Los tests que emplea  para medir estas habilidades cognitivas, están basados en los clásicos Test de Stroop, Test de Variables Of Attention (#TOVA), Hooper Visual Organisation Task (#VOT) y el Continous Performance Test (#CPT). Además de la atención, estos tests también miden tiempo de respuesta, percepción visual, flexibilidad cognitiva, inhibición, monitorización, percepción espacial, velocidad de procesamiento, rastreo visual y coordinación ojo-mano.

Test de Simultaneidad DIAT-SHIF: Es necesario seguir el recorrido aleatorio de una bola blanca y atender a las palabras que aparecen en el centro de la pantalla. Cuando la palabra que esté en el centro de la pantalla coincida con el color en que está escrita, hay que dar respuesta (prestando atención a dos estímulos al mismo tiempo). En esta actividad, hay que afrontar cambios de estrategia, nuevas respuestas y manejar la capacidad de monitorización y la capacidad visual al mismo tiempo.

Test de Celeridad REST-HECOOR: Aparece en la pantalla un cuadrado azul. Habrá que pulsar tan rápido como sea posible el botón situándose dentro del cuadrado. Cuantos más veces se pulse el botón en el tiempo disponible, mejor resultado se obtendrá.

Test de Resolución REST-SPER: Aparecen en la pantalla numerosos estímulos en movimiento. Habrá que pinchar en los estímulos objetivo tan rápido como sea posible, pero evitando pinchar en los estímulos intrusos.

Test de Desatención FOCU-SHIF: En la pantalla aparece una luz en cada esquina. Hay que pulsar las luces amarillas tan rápido como sea posible. En cambio, si las luces pasan a ser rojas, no hay que pulsarlas.

¿Cómo rehabilitar o mejorar la atención?

Todas las habilidades cognitivas, incluidas la atención, pueden ser entrenadas para mejorar su rendimiento.  La plasticidad cerebral es la base de la rehabilitación de la atención y de las demás capacidades cognitivas. El cerebro y sus conexiones neuronales se fortalecen con el uso de las funciones que dependen de éstos. De modo que, si ejercitamos frecuentemente la atención, las conexiones cerebrales de las estructuras implicadas en esta capacidad se fortalecerán.

Es imprescindible llevar a cabo un entrenamiento constante y apropiado para mejorar la atención. Es importante disponer de herramientas de evaluación y de rehabilitación para optimizar estas funciones cognitivas. Para una correcta estimulación son necesarios 15 minutos al día, dos o tres días a la semana.

 Hay gran variedad de actividades interactivas, en forma de divertidos juegos mentales sobre todo online, que pueden realizarse mediante ordenador.

La atención es un proceso cognitivo que nos permite seleccionar y concentrarnos en estímulos relevantes. Según el modelo jerárquico de Sohlberg y Mateer, hay diferentes tipos: arousal, focalizada, sostenida, selectiva, alternante y dividida.

La atención se evalúa con pruebas neuropsicológicas y se puede medir en diferentes ámbitos de la vida.

Puede verse alterada por algún trastorno o condición como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) o sin hiperactividad (TDA), ictus, dislexia, ansiedad...

La atención se puede mejorar o rehabilitar entrenando y aumentando así la plasticidad cerebral. 

La plasticidad cerebral se refiere a la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a lo largo de la vida en respuesta a las experiencias, aprendizajes y lesiones. Es la propiedad fundamental que permite al cerebro modificar su estructura y función en respuesta a estímulos y demandas ambientales.

El cerebro humano está compuesto por miles de millones de neuronas interconectadas que forman redes complejas. A medida que experimentamos nuevas situaciones, aprendemos nuevas habilidades o adquirimos nuevos conocimientos, estas conexiones neuronales pueden fortalecerse, debilitarse o formarse nuevas conexiones.

La plasticidad cerebral puede manifestarse de diferentes formas:

1. Plasticidad sináptica: es la capacidad de las sinapsis (conexiones entre las neuronas) para modificarse en respuesta al uso repetido o a la falta de uso. Esto implica cambios en la fuerza de la conexión entre las neuronas.

2. Neurogénesis: la plasticidad cerebral también se refiere a la capacidad del cerebro para generar nuevas células nerviosas, especialmente en ciertas áreas como el hipocampo, que está relacionado con la memoria y el aprendizaje.

3. Reorganización cortical: después de una lesión cerebral, como un accidente cerebrovascular o un traumatismo craneal, el cerebro puede reorganizarse para compensar la pérdida de funciones. Otras áreas del cerebro pueden asumir las funciones de las áreas dañadas.

La plasticidad cerebral es un proceso continuo que ocurre a lo largo de toda la vida. Además, se puede influir y potenciar mediante diversas actividades y prácticas, como el aprendizaje, la estimulación cognitiva, el ejercicio físico, la alimentación saludable y la gestión del estrés. Estos factores pueden promover el desarrollo y la conexión de nuevas células nerviosas, así como fortalecer las redes neuronales existentes.  Dado el aumento en la investigación de la estructura, organización y funcionamiento del cerebro, podemos esperar que la capacidad cerebral, al igual que la "capacidad física", también se convertirá en un campo de pleno derecho de la investigación científica. Esto es así porque la idea de capacidad cerebral parece afectar a varios conceptos importantes (como el aprendizaje, la plasticidad y el entorno) en el campo de la investigación del cerebro.
 


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