Que Actividad Física deberían realizar los mayores de 65 años.
Estos son algunos deportes que se deberían practicar a partir de los 65 años para no perder la memoria. No es la primera vez que sale a la luz en un estudio la relación entre 'moverse' y las mejoras de la función cognitiva. Esta última revisión te recuerda que andar, correr o montar en bicicleta son fundamentales para guardar tus recuerdos.
Según un nuevo estudio, el remo, el golf, el senderismo y la caminata regular pueden mejorar la función cognitiva en adultos mayores. Jugar una sola ronda de golf de 18 hoyos o completar seis kilómetros de marcha nórdica o caminata regular puede mejorar significativamente la función cognitiva en personas mayores, según un estudio publicado en Sport Medicine. Las más importantes actividades incluyen reducir las probabilidades de desarrollar enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes, perder peso, bajar la presión arterial, prevenir la depresión, o simplemente que quieras verte mejor. Los #endocanabinoides circulan en la sangre durante la realización del ejercicio físico y cruzan fácilmente la barrera hematoencefálica. Luego se unen a los receptores celulares y desencadenan esta sensación de euforia.
La ciencia establece que se detecta un nuevo caso de demencia cada cuatro segundos en todo el mundo. Calculan que, para el año 2050, más de 115 millones de personas la padecerán en todo el mundo. El ejercicio ayuda a la memoria y al pensamiento a través de medios directos e indirectos. Los beneficios del mismo provienen directamente de su capacidad para reducir la resistencia a la insulina, reducir la inflamación y estimular la liberación de factores de crecimiento: sustancias químicas en el cerebro que afectan a la salud de las neuronas, el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos e, incluso, en la abundancia y supervivencia de nuevas células cerebrales.
Pero además, indirectamente, el ejercicio mejora el estado de ánimo y el sueño, y reduce el estrés y la ansiedad. Los problemas en estas áreas con frecuencia causan o contribuyen al deterioro cognitivo.
Muchos estudios han sugerido que las partes del cerebro que controlan el pensamiento y la memoria (la corteza prefrontal y la corteza temporal medial) tienen un mayor volumen en las personas que lo practican que en las personas que no lo hacen. Así, en mayo de este año, un estudio publicado en 'The Journal of Alzheimer's Disease' determina que el deporte hace que el flujo sanguíneo aumente en las zonas encargadas de la memoria, la fluidez verbal y la agilidad mental. La lista es interminable. Además de los resultados de las pruebas de memoria, los científicos observaron cambios en la activación de las estructuras cerebrales con resonancia magnética funcional y realizaron análisis de sangre para medir los niveles de endocannabinoides encontrando que ambos análisis coincidían: cuanto más rápidos son los individuos en realizar la tarea propuesta, más se activaba su hipocampo -el área cerebral de la memoria- y el núcleo caudado, una estructura cerebral involucrada en los procesos motores.
Una sesión de ejercicio físico intensivo de tan solo 15 minutos en bicicleta incide de manera positiva en una mejora de la memoria o en la adquisición de nuevas habilidades motoras ¿Cómo es esto posible? El motivo hemos de buscarlo en la acción de unas moléculas conocidas por aumentar la plasticidad sináptica -es decir, la capacidad de conexión entre neuronas- llamados endocanabinoides. El estudio, publicado en la Scientific Reports, destaca las virtudes del deporte tanto para la salud como para la educación. Los programas y estrategias dirigidos a reducir los efectos de la neurodegeneración en la memoria también podrían beneficiarse de ello.
Y eso es lo que precisamente ha tratado de demostrar un equipo de científicos de la universidad de Ginebra -UNIGE-en un estudio titulado Effect of acute physical exercise on motor sequence memory en el cual evalúan la relación entre la actividad física y el rendimiento de la memoria. y publica una revisión de todos estos hallazgos que reúne 13 estudios relevantes. Los tipos de ejercicio que se estudiaron incluían caminar, correr y andar en bicicleta en personas de entre 18 y 35 años. Aún más emocionante es el hallazgo de que participar en un programa de ejercicio regular de intensidad moderada durante seis meses o un año se asocia con un aumento en el volumen de regiones cerebrales seleccionadas, Los investigadores encontraron que el ejercicio aeróbico durante dos minutos a una hora de intensidad moderada o alta mejoró la atención, la concentración y las funciones de aprendizaje y memoria hasta por 2 horas. ¿Es un ejercicio mejor que otro en términos de salud cerebral? No sabemos la respuesta a esta pregunta, porque casi todas las investigaciones hasta ahora se han centrado en caminar. Pero es probable que otras formas de ejercicio aeróbico que hagan latir su corazón puedan producir beneficios similares.
La revisión sistemática muestra que el ejercicio aeróbico mejora la capacidad de aprendizaje y el almacenamiento en la memoria cuando se realiza antes y en estrecha relación con la actividad de aprendizaje. Una revisión sistemática sugiere firmemente que el ejercicio físico aeróbico seguido de una breve recuperación antes de la codificación mejora las funciones de atención, concentración y aprendizaje y memoria en los adultos jóvenes. Los resultados pueden tener importantes implicaciones relacionadas con la educación. La identificación de estrategias de ejercicio óptimas puede ayudar a los estudiantes a mejorar su aprendizaje y memoria.
Se recomienda establecer el ejercicio como un hábito, casi como tomar un medicamento recetado. Y dado que varios estudios han demostrado que se necesitan alrededor de seis meses para comenzar a cosechar los beneficios cognitivos del mismo, recuerda que "hay que tener paciencia mientras se esperan los primeros resultados, para luego continuar con este buen hábito de por vida".