Hipertensión Arterial según la OMS
Según la Organización Mundial de la Salud (#OMS), aproximadamente cuatro de cada cinco personas con hipertensión arterial no reciben un tratamiento adecuado y casi la mitad desconocen actualmente que sufren esta afección. Desde el organismo, aseguran que podrían evitarse 76 millones de muertes entre 2023 y 2050. Publicó un comunicado de prensa en su sitio web donde comparte información sobre los devastadores efectos que causa la #hipertensión arterial a nivel mundial y las medidas que los países pueden llevar adelante para evitar o reducir los daños que produce esta afección entre sus habitantes.
La hipertensión arterial es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente en el mundo y afecta a 1 de cada 3 personas adultas. Se produce por el aumento sostenido en el tiempo de la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias y es una enfermedad que generalmente no da síntomas y, si no se diagnostica y no se trata, provoca frecuentemente complicaciones graves como por ejemplo: accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio, insuficiencia cardiaca, daños renales y muchos otros problemas de salud.
La hipertensión arterial es multifactorial porque está determinada e influenciada por muchos factores distintos. La herencia (padres o hermanos hipertensos), la edad (con el paso de los años la posibilidad de ser hipertenso aumenta mucho), la obesidad, el consumo excesivo de sal, el consumo excesivo de alcohol, fumar, el uso de prolongado de algunos medicamentos (corticoides, descongestivos nasales, analgésicos) y la falta de actividad física, son algunos de los factores que provocan #HTA.
La única manera de detectarla es mediante su medición con un tensiómetro y en condiciones adecuadas. Al ser un problema silencioso y sin síntomas, muchas personas tienen la presión arterial elevada durante años sin saberlo. Existen dos medidas: la presión arterial sistólica (PAS) o máxima y la presión arterial diastólica (PAD) o mínima. Se considera presión arterial alta (hipertensión) cuando dicha medición máxima es mayor o igual a 140 y/o la mínima a 90.
Lea su tratamiento aquí.
En la gran mayoría de los casos, no puede curarse, pero sí controlarse con medicamentos. El tratamiento indicado debe continuarse sin interrupciones durante toda la vida y es el médico la persona que hará los ajustes necesarios en el número de pastillas y sus dosis para mantener su presión arterial dentro de los valores recomendados (menos de 140/90 mmHg). Además, hay otros elementos importantes además de la medicación, que contribuyen a controlar la presión arterial:
Reducir el peso corporal si tiene sobrepeso u obesidad.
Reducir el consumo de alimentos ricos en sal y suprimir el uso de sal de mesa. Limitar el agregado de sal durante la preparación de las comidas y reemplazarla con condimentos de todo tipo (pimienta, perejil, ají, pimentón, orégano, ajo, limón etc.). Los fiambres, embutidos y otros alimentos procesados (como caldos, sopas instantáneas y conservas) contienen elevada cantidad de sal y su consumo debe limitarse al máximo.
No tomar bebidas alcohólicas o reducir la ingesta de alcohol en personas bebedoras..
Realizar actividad física: caminar, trotar, nadar o ir en bicicleta, al menos durante 30 minutos y la mayor cantidad de días de la semana posibles.
Consumir abundante cantidad de frutas y verduras frescas.
Abandonar el hábito de fumar.