La mejor agua para nuestros riñones.
Los cálculos renales, comúnmente conocidos como piedras en el riñón, son un problema habitual. De hecho, se estima que lo sufren en torno al 11% de la población y, según diversos estudios, la cifra se duplicará en los siguientes 20 años. ¿La razón? Llevar un estilo de vida sedentario, una dieta pobre y no beber suficiente agua.
Ante esta situación, es conveniente entender qué se puede hacer para evitarlas y desde Agua Sana te ofrecemos los mejores consejos para ello y te contamos cuál es la mejor agua para expulsar los cálculos renales. Comprar agua envasada tiene un impacto medioambiental 3.500 veces mayor que beberla del grifo. Genera millones de toneladas de plástico al año que no se reciclan, y no es ni más sana ni más segura.
El agua mineral es, agua que contiene minerales u otras sustancias disueltas que le dan un valor terapéutico. Entre esas sustancias se incluyen las sales, los compuestos sulfurosos y los gases. El agua mineral se puede producir de modo artificial y de modo natural.
El agua envasada es, dentro del sector de la alimentación, el producto que más ha crecido en los últimos 50 años. De hecho, es el más consumido en el mundo, es líder entre las bebidas cuando apenas medio siglo atrás su consumo era anecdótico y solo una élite tenía acceso a ella. Hoy, quien más quien menos, pasa todos los días de su vida con una botella en la mano que contiene este líquido en su interior
Según los expertos, la principal diferencia entre el agua mineral y el agua potable radica en que la primera proviene de una fuente natural que no tiene ningún tipo de tratamiento, ni procesamientos.
Me viene a la memoria que, en el año 2003. la empresa "Coca-Cola" fue condenada en Londres, Reino Unido, por vender agua del Támesis procesada para ser potable sin el etiquetado correcto. Los ciudadanos no sabían que el agua que habían estado bebiendo era la misma que tenían a su disposición en el grifo de sus casas. Veinte años después, la demanda de agua embotellada ha crecido a un ritmo acelerado en todo el mundo. Y España ya es el tercer consumidor europeo tras Italia y Alemania, bebiendo 107 litros al año por habitante.
Considerando el aumento de los niveles de salinidad en el agua corriente, el Gobierno argentino implementó medidas tendientes a reducir los impuestos aplicables al agua mineral y a las sodas, de forma de provocar una reducción en su precio de venta al público y que, de esa manera, la población pueda incrementar su consumo pero reduciendo el impacto que esto tenga en el presupuesto mensual familiar. Para conocimiento público a través de la Ley nacional nro. 20159 se logra la exoneración del IVA a las aguas minerales y sodas. en todo el territorio nacional.