La columna vertebral está formada por 24 vértebras individuales que van desde el cráneo hasta el sacro. 

De la cabeza a los pies, la columna cervical conecta el cráneo con la columna torácica y consta de 7 huesos llamados vértebras, etiquetados como C1-C7.

La columna torácica tiene 12 vértebras denominadas T1-T12 y también se conectan a la caja torácica.

El área lumbar contiene 5 vértebras denominadas L1-L5 y se conecta a la pelvis.

El hueso sacro tiene cinco huesos que comienzan a fusionarse aproximadamente al año de edad, y la fusión se completa aproximadamente a los 30 años.

 El sacro se conecta con el cóccix (también conocido como coxis) para completar la columna vertebral.

Vértebra

Una vértebra consta de un cuerpo cilíndrico en la parte delantera y un anillo óseo en la parte posterior.

El cuerpo cilíndrico de la vértebra es un agente de apilamiento; en otras palabras, la columna vertebral está formada por las 24 vértebras, que se encuentran apiladas una encima de otra. Esto es lo que proporciona soporte básico de peso a la columna. 

El anillo óseo está unido a la parte posterior del cuerpo vertebral y ofrece lugares para que se unan los músculos y ligamentos de la columna.

El largo túnel formado por el interior de los anillos de las 24 vértebras se llama canal espinal. Por aquí es por donde pasa la médula espinal.

Los nervios se ramifican desde la médula espinal y salen de la columna por medio de orificios más pequeños a los lados de los huesos, llamados agujeros neurales. Los agujeros neurales se construyen a partir de arcos a los lados de las vértebras adyacentes que están apilados. 

Los cuerpos vertebrales y los discos intervertebrales

Como se analizó anteriormente, el cuerpo vertebral es una estructura grande y redondeada que proporciona soporte de peso a través de la columna. Las vértebras se apilan una encima de otra en los cuerpos vertebrales.

Entre los cuerpos vertebrales se encuentran los  discos intervertebrales , que son responsables de la absorción de impactos durante el movimiento. Lo hacen actuando como un cojín móvil entre los  cuerpos vertebrales .

Los problemas de disco comunes incluyen la degeneración del disco y la hernia de disco. Un desgarro anular es otra lesión que puede provocar una hernia de disco , pero no siempre. El disco intervertebral suele ser el primer lugar de la columna donde se producen los cambios degenerativos relacionados con la edad (que casi todo el mundo sufre). 4

El cuerpo vertebral define parte del borde de la zona central de la columna vertebral por donde pasa la médula espinal. También contribuye a la placa vertebral , que puede ser otro sitio de cambios degenerativos de la columna.

La articulación facetaria

Está formado por procesos (que son básicamente extensiones de hueso) que emanan de un par de vértebras adyacentes interconectadas, una arriba y otra abajo. En cada nivel (llamado "segmento") hay una articulación facetaria derecha e izquierda. Esto significa que cuatro de estos procesos participan para construir las articulaciones facetarias en cualquier nivel o segmento de la columna. Los procesos que forman la articulación facetaria se denominan "procesos articulares". 

El aspecto interconectado de la construcción de la articulación facetaria la convierte en un actor clave para mantener estable toda la columna vertebral durante el movimiento.

Las articulaciones facetarias también se denominan articulaciones cigapofisarias. Es una palabra difícil de pronunciar, por lo que muchas personas, incluidos los proveedores de atención médica, prefieren el término "articulación facetaria".

Los problemas con las articulaciones facetarias son una causa muy común de dolor de espalda y generalmente están asociados con artritis espinal y/o cambios degenerativos en la columna.

Otro problema de espalda llamado espondilolistesis a menudo comienza con una pequeña fractura en un área oscura de la articulación facetaria conocida como pars. La lesión inicial se llama defecto pars; Se produce por movimientos repetidos de la columna, como los que realizan los atletas. (Las personas de mediana edad, especialmente las que tienen sobrepeso, también corren el riesgo de sufrir un defecto pars). 

Si no se controla, un defecto de la pars puede convertirse en espondilosis y finalmente espondilolistesis, donde un hueso se desestabiliza hasta el punto de deslizarse hacia adelante o hacia atrás con respecto al hueso contiguo.