Las influencias de la Vitamina B
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (#FAO, por sus siglas en inglés), las vitaminas son sustancias orgánicas que se encuentran en pequeñas cantidades en los alimentos y que son necesarias, entre otras cosas, para el metabolismo. Debido a que constituyen factores vitales en la nutrición diaria, la deficiencia en su consumo puede desencadenar enfermedades.
En el caso de la vitamina B los beneficios que ofrece están relacionados con prevenir el deterioro cognitivo y las enfermedades neurológicas y combatir nuestro envejecimiento cerebral. Una nutrición rica en los ocho tipos de vitamina B es fundamental para la mejora de la memoria, la concentración y el rendimiento intelectual, así como para prevenir los trastornos de la memoria. Cada una de esos ocho tipos cumple una función importante para la salud del cerebro.
Vitamina B1, también conocida como tiamina, participa en el metabolismo de los nutrientes. El cerebro, al ser uno de los órganos metabólicamente más activos, necesita del apoyo de la tiamina para prevenir deficiencias que, a largo plazo, pueden provocar problemas neurológicos.
Vitamina B2, llamada riboflavina, asiste a las enzimas de las células que intervienen en los procesos de respuesta del cerebro. Además, incrementa la memoria, la concentración y la claridad mental al mismo tiempo que previene el deterioro cognitivo.
Vitamina B3 o niacina, forma parte activa del proceso de convertir los alimentos en energía para que todos los órganos del cuerpo funcionen, lo que incluye al sistema nervioso.
Vitamina B5 también conocida como ácido pantoténico, ayuda a producir y descomponer los ácidos grasos para obtener energía. Debido a que el cerebro está compuesto principalmente por agua y grasa, la vitamina B5 es esencial para la salud cerebral.
Vitamina B6 llamada piridoxina, contribuye al desarrollo cerebral y a mantener saludable el sistema nervioso.
Vitamina B7 o biotina tiene un papel fundamental dentro de las reacciones metabólicas y regula las señales de las células para que puedan comunicarse de manera rápida y eficiente. En el cerebro la señalización celular es crucial y ocurre a través de los neurotransmisores.
Vitamina B9 también conocida como ácido fólico o folato, es clave para apoyar la salud cerebral y neurológica, así como el funcionamiento de los neurotransmisores.
Vitamina B12 o cobalamina, favorece el desarrollo y la función del sistema nervioso. Junto con la vitamina B2, es la que más contribuye a la salud del cerebro y a reducir el riesgo de sufrir trastornos de la memoria o dificultades para la concentración.
Por otro lado, se destaca que la deficiencia de vitamina B12 se relaciona directamente con problemas de deterioro cognitivo y de memoria e incluso con la enfermedad de Alzheimer. Entre los 202 participantes de dicho estudio, el 84% de ellos experimentaron mejoría en los síntomas de sus trastornos de la memoria luego de tres meses de una terapia de reemplazo de vitamina B12.
Los trastornos de la memoria son condiciones neurológicas originadas por el deterioro cognitivo del cerebro. Un ejemplo institucional a seguir es el Centro de Trastornos de la Memoria de la Universidad de Stanford, que se especializa en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas e incluye entre ellas:
- La enfermedad de Alzheimer: Como un trastorno neurológico debido a la muerte de las células cerebrales, lo que trae como consecuencia la pérdida de la memoria y es la causa más común de demencia.
- Demencia vascular: Donde la demencia es provocada por la disminución de flujo sanguíneo, lo que daña al tejido cerebral. Es la segunda forma más común de demencia después de la enfermedad de Alzheimer.
- Defecto cognitivo leve: es uno de los trastornos de la memoria que puede ser precursor de la demencia. Se manifiesta a través de dificultades con las funciones cognitivas como aprender, tomar decisiones y recordar.
Estas vitaminas B se obtienen principalmente a través de una dieta, y una deficiencia de cualquiera de ellas puede provocar una variedad de problemas de salud. Fuentes comunes de vitaminas B incluyen carne magra, pescado, productos lácteos, huevos, granos enteros, nueces y legumbres. Sin embargo, en algunos casos, los suplementos de vitamina B pueden ser recomendados por profesionales de la salud para abordar deficiencias específicas. La serotonina, la dopamina y la norepinefrina, que son sustancias químicas cerebrales clave para el funcionamiento adecuado del sistema nervioso y actúan como neurotransmisores que están involucrados en la regulación del estado de ánimo, la atención, la memoria y otras funciones cognitivas. Una deficiencia de vitamina B6 puede afectar negativamente la función cerebral y, en consecuencia, la memoria y la concentración. Sin embargo, es crucial hablar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento para asegurarte de que sea apropiado para tus necesidades individuales.