En Argentina existen varios proyectos de ley pero ninguno posee un tratamiento legislativo sobre la eutanasia o el suicidio asistido con dictamen firme.
El 25 de noviembre de 2021 se presentó en la Cámara de Diputados de la Nación Argentina el proyecto titulado "Ley de buena muerte. Regulación de la eutanasia" (expte. 4597-D-2021, T.P. 184/2021) firmado por Alfredo Cornejo, Jimena Latorre y Alejandro Cacace.
El mismo cuenta con 19 artículos divididos en una introducción y en cuatro capítulos: Derecho a solicitar la prestación de ayuda para morir, Derecho del paciente y su relación con los profesionales, Comisión Médica de Asistencia y Evaluación, Prestación de ayuda para morir. El objetivo de éste proyecto es el de "regular el derecho de toda persona a solicitar y recibir la ayuda necesaria para morir; el procedimiento formal a ese efecto; las garantías que han de observarse y los derechos y deberes del personal médico y el servicio de salud".
Para este fin, el proyecto exige un requisito para la persona afectada siendo este el de sufrir una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico que imposibilite a la persona. Esto último hace referencia a limitaciones que inciden directamente sobre la autonomía física y actividades de la vida diaria, de manera que no permite valerse por sí mismo, así como sobre la capacidad de expresión y relación, y que llevan asociado un sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable para quien lo padece, existiendo seguridad o gran probabilidad de que tales limitaciones vayan a persistir en el tiempo sin posibilidad de curación o mejoría apreciable. En ocasiones puede suponer la dependencia absoluta de apoyo tecnológico".
Para realizar este procedimiento, la persona completa "dos solicitudes, de manera voluntaria y por escrito" presta el consentimiento y luego el médico responsable remite el caso para que sea evaluado por una "Comisión Médica de Asistencia y Evaluación" que dictamina si se cumplen los requisitos y condiciones de la ley para aplicar la eutanasia.
En medicina la eutanasia es la provocación intencionada de la muerte de una persona que padece una enfermedad avanzada o terminal, a petición expresa de ésta, y en un contexto médico. Actualmente no procede utilizar los términos “Eutanasia involuntaria”, “Eutanasia pasiva” ni “Eutanasia indirecta”, porque son situaciones ajenas a esta definición de #eutanasia.
Para muchos legisladores la eutanasia daña la ética médica porque los médicos son personas que decidieron dedicar su vida a cuidar, sanar y acompañar pero sobre todo a tener respeto absoluto sobre la vida humana desde el instante de su concepción como lo dice el juramento hipocrático.
En países como España, Portugal, Nueva Zelanda o Canadá, donde está legalizada su práctica, la eutanasia se realiza a petición reiterada del paciente y con la supervisión de un equipo médico. El procedimiento es libre, autónomo, voluntario, intencionado, reflexionado y consciente, en el caso de que esta circunstancia no sea posible, cuando el testamento vital del paciente lo indique explícita y claramente.
En los Países Bajos y en Bélgica, es entendida como «la terminación de la vida por un médico a petición de un paciente». Sin embargo, la ley neerlandesa no usa el término eutanasia, sino que lo incluye bajo la definición más amplia de «suicidio asistido y finalización de la vida a petición».
En Colombia, la Corte Constitucional en su sentencia C 239 de 1997 manifiesta que el homicidio por piedad «es la acción de quien obra por la motivación específica de poner fin a los intensos sufrimientos de otro», y que «doctrinariamente se le ha denominado homicidio pietístico o eutanásico». Por medio de la resolución 1216 de 2015 se reglamentó la eutanasia en Colombia y se creó el protocolo médico para la aplicación de la eutanasia.
La eutanasia en la actualidad si bien no está penada en el Código Penal de varios países como los mencionados anteriormente, igualmente se condena, como es el caso de #Argentina donde la pena es de un máximo de cuatro años. Por su parte en Francia si bien no es legal, se le tiene permitido al paciente en rechazar el tratamiento médico pero el médico tiene que informar al enfermo de todas las posibles consecuencias. Lo mismo sucede en el Reino Unido, siendo que los menores de 18 años también pueden solicitarlo, pero si sus padres se oponen tienen la posibilidad de anular esa decisión.
La eutanasia se practicó en las antiguas Grecia y Roma. Por ejemplo, la cicuta se empleó en la isla de Ceos como un medio para acelerar la muerte; técnica que también se empleaba en Marsella. La eutanasia, en el sentido de la deliberada aceleración de la muerte de una persona, fue apoyada por Sócrates, Platón y Séneca el Joven en el mundo antiguo, aunque parece que Hipócrates había hablado en contra de la práctica, cuando escribió: «no prescribiré una droga mortal para complacer a alguien, ni dar consejos que puedan causar su muerte», lo que indica que pudo haber un cierto debate en la literatura sobre si se pretendía o no incluir la eutanasia.
El concepto de eutanasia en el sentido de aliviar el proceso de la muerte se remonta al historiador médico, Karl Friedrich Heinrich Marx (1796-1877) quien se basó en las ideas filosóficas de Bacon. Según Marx, un médico tenía el deber moral de aliviar el sufrimiento de la muerte mediante el aliento, el apoyo y la mitigación mediante el uso de medicamentos. Tal «alivio de la muerte» reflejó el espíritu de la época de la cual fue contemporáneo, pero Marx lo colocó en el canon de la responsabilidad médica por primera vez. También hizo hincapié en la distinción entre el cuidado teológico del alma de los enfermos desde el cuidado físico y el tratamiento médico por parte de los galenos.
La eutanasia se clasifica de diferentes formas: directa e indirecta según el accionar médico, y voluntaria e involuntaria si se cuenta o no con el consentimiento del paciente informado y consciente.
Según el accionar médico.
- Eutanasia directa: cuando existe una provocación intencional del médico que busca la terminación de la vida del paciente. Esta a su vez posee dos formas:
- Activa o positiva: se le considera activa o positiva (acción) cuando existe un despliegue médico para producir la muerte de una persona como suministrar directamente algún tipo de fármaco o realizando intervenciones cuyo objetivo es causar la muerte.
- Pasiva o negativa: es pasiva o negativa (omisión) cuando la muerte es producida por la omisión de tratamientos, medicamentos, terapias o alimentos. En este tipo de eutanasia la actuación del médico es negativa pues su conducta es de «no hacer». En otras palabras se abandona todo tipo de actividad terapéutica para prolongar la vida de una persona que se encuentre en fase terminal, pues se ha concluido que el tratamiento es inútil para el mejoramiento del paciente. Suele identificarse con los conceptos de dejar morir y ortotanasia, así como con el derecho a rechazar un tratamiento médico o retirarse del soporte vital.
- Eutanasia indirecta: es la que se verifica cuando se origina sin la intención de causar la muerte del paciente. Según la definición de eutanasia la indirecta no lo sería pues uno de los elementos de esta práctica es la provocación intencional de la muerte. En todo caso, la indirecta se da como resultado de efectuar procedimientos médicos intensos, con intención terapéutica, que pueden producir la muerte.
Según la voluntad del paciente.
- Voluntaria: es aquella en la cual es el paciente quien toma la decisión o por terceras personas obedeciendo los deseos que el paciente ha expresado con anterioridad.
- Involuntaria: sucede cuando un tercero toma la decisión sin obtener el consentimiento del paciente (pudiendo obtenerse) o de un pariente de este.
- No voluntaria: ocurre cuando un tercero toma la decisión sin el consentimiento del paciente debido a la imposibilidad de expresarlo.
- Suicidio asistido: Significa proporcionar, en forma intencional y con conocimiento, a una persona, los medios, procedimientos o ambos necesarios para suicidarse, incluidos el asesoramiento sobre dosis letales de medicamentos, la prescripción de dichos medicamentos letales o su suministro. Se plantea como deseo de extinción de muerte inminente porque la vida ha perdido razón de ser o se ha hecho dolorosamente desesperanzada. Cabe destacar que en este caso es el paciente el que voluntaria y activamente termina con su vida, de ahí el concepto de suicidio.
- Cacotanasia: Es la eutanasia que se impone sin el consentimiento del afectado. La palabra apunta hacia una ‘mala muerte’ (siendo kakós: ‘malo’).
- Ortotanasia: Consiste en dejar morir a tiempo sin emplear medios desproporcionados y extraordinarios para el mantenimiento de la vida. Se ha sustituido en la terminología práctica por «muerte digna», para centrar el concepto en la condición (dignidad) del paciente terminal y no en la voluntad de morir.
- Distanasia: Consiste en el «encarnizamiento» o «ensañamiento» terapéutico, mediante el cual se procura posponer el momento de la muerte recurriendo a cualquier medio artificial, pese a que haya seguridad de que no hay opción alguna de recuperar la salud, con el fin de prolongar la vida del enfermo a toda costa, llegando a la muerte en condiciones inhumanas. Normalmente se hace según los deseos de otros (familiares, médicos) y no según el verdadero interés del paciente. La distanasia, que extiende la vida a toda costa, se considera el extremo opuesto a la eutanasia, donde se da muerte prematura.
- Adistanasia o antidistanasia: cesación de la prolongación artificial de la vida dejando que el proceso patológico termine con la existencia del enfermo.
- Medicina paliativa: reafirma la importancia de la vida y considera a la muerte como la etapa final de un proceso normal. La atención que brinda no pretende acelerar ni posponer la muerte sino proporcionar el alivio del dolor y de otros síntomas angustiosos. Integra los aspectos sociales, psicológicos y espirituales del tratamiento del enfermo y le ofrece apoyo, de modo que pueda llevar una vida lo más activa posible hasta la muerte. Además, contempla a la familia como parte del propio paciente, para que pueda hacer frente a la enfermedad de su ser querido y al duelo.
- Sufrimiento: Tener o padecer un daño o dolor físico o moral. Padecer habitualmente una enfermedad o un trastorno físico o mental.
- Tiro de gracia a un soldado con una herida mortal pero lenta y dolorosa. También a un ejecutado por un pelotón que no muere.
La Organización Mundial de la Salud (#OMS) define la eutanasia como aquella “acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente”. Esta definición resalta la intención del acto médico, es decir, el querer provocar voluntariamente la muerte del otro.
Los cuidados paliativos son un enfoque especial en el cuidado de las personas que tienen enfermedades graves, como el cáncer. Los cuidados paliativos se concentran en mejorar la calidad de la vida ayudando a pacientes a calmar los síntomas de estas enfermedades y los efectos secundarios de los tratamientos. Están diseñados para que el equipo de atención médica ayude a estas personas a vivir tan bien como sea posible.
Mientras el tiempo transcurre, la bioética examina los problemas relacionados con el valor de la vida. Tiene un noble propósito, que consiste en salvar a los seres vivos del peligro de la muerte y de todo aquello que pueda dañarlos. Sin embargo, hay situaciones en que se cuestiona si vale la pena que una persona siga viviendo, cuando, por ejemplo, su existencia implica mucho sufrimiento o si es mejor recurrir a la eutanasia.
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