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Dolores en la Zona del Cuello Humano.

La mielopatía cervical es una condición crónica, en el que las vértebras cervicales ejercen presión sobre la médula espinal, generalmente es causada por la artrosis cervical, lo que produce cambios degenerativos; esta afección tiene mayor incidencia en adultos mayores y hombres.

Los síntomas dependerán del grado de presión que soporte la médula espinal, sin embargo, de no ser tratada a tiempo, puede generar una alteración en el aporte de sangre al área que se encuentra comprimida.  La sintomatología que puede presentar el paciente dependerá de que tan avanzada esté la mielopatía cervical, el grado de la compresión medular y el tiempo desde que se padece. No obstante, hay casos en los que no se han mostrado síntomas hasta que ya se está en una etapa crónica. En general, los síntomas que aparecen suelen aumentar gradualmente, a menos que por un traumatismo o sobrecarga mínima se desarrollen aceleradamente y de forma repentina. En orden de aparición, te mostramos los síntomas de la mielopatía cervical: 

  • Dificultad en la destreza manual: el paciente tiene problemas para abrir y cerrar la mano en un movimiento continuo y para sujetar pequeños objetos, también se dificulta el movimiento de extensión y aducción de los dedos meñique y anular.
  • Debilidad en las piernas: mayormente una pierna se ve más afectada que la otra, por lo que hay una disminución del equilibrio y el paciente, para mejorar esta condición, ampliará su base de apoyo, lo que da como resultado un caminar característico.
  • Cambios de la sensibilidad: es frecuente un aumento de la sensibilidad al tacto, por lo que llega a ser doloroso al entrar en contacto con otras cosas, también puede haber una sensación de hormigueo en las extremidades. En casos graves se ha observado una disminución o pérdida de la sensibilidad que está involucrada en la coordinación, el equilibrio, el movimiento muscular, la sensibilidad ósea, los reflejos, entre otros.
    • En etapas crónicas los pacientes llegan a padecer disfunción sexual e incontinencia.
    • Síndromes medulares: ocurren si la mielopatía cervical no es atendida o se ha dejado pasar mucho tiempo y ya está en una etapa grave. Los síndromes más frecuentes son el centromedular, de sección transversa y el simdrome de Brown-Sequard.

Son varias las causas que pueden provocar una mielopatía cervical, ya sea por una complicación de otra enfermedad o un traumatismo.

  • Estenosis cervical: la causa más frecuente que origina una mielopatía cervical es la estenosis, se ha observado en el 55% de los casos. Al producirse una estenosis se reduce el tamaño del canal espinal, por lo que ejerce una presión sobre la médula espinal.
  • Artrosis cervical: esta enfermedad degenerativa, en el que se desgasta el cartílago de que hay en las articulaciones de las vértebras.
  • Espondilosis cervical: la mielopatía cervical por espondilosis cervical no es común y en general la médula espinal llega a tolerar bien la presión por esta enfermedad. En este caso, para que se produzca una mielopatía es necesario que el sujeto ya disponga de un canal central reducido, y un cambio degenerativo o un traumatismo que puede complicarlo.
  • Osificación del ligamento lateral posterior: esta condición es poco frecuente y es más propensa a presentarse en hombres que en mujeres. Posiblemente la extensión del ligamento, más allá de lo normal, presiona la médula, pudiendo originar la mielopatía cervical, principalmente en personas mayores de 50 años, aunque también puede presentarse a menos edad.
  • Hipertrofia del ligamento lateral posterior: la aparición de la mielopatía cervical a causa de la hipertrofia del ligamento lateral posterior se da por la evolución de otras afecciones que desencadena el crecimiento excesivo del ligamento, por ejemplo, el deterioro del disco cervical.
  • Hernia: otra de las causas de la mielopatía cervical es la presencia de una hernia que disminuye la dimensión del canal y a su vez comprime la médula espinal.
  • Traumatismos y tumores: generalmente, basta un traumatismo para que otras afecciones se desencadenen y produzcan la mielopatía cervical, pero también hay ocasiones en las que la fuerza de un traumatismo o un tumor propician la aparición de esta condición.

Su tratamiento consiste  en técnicas de osteopatía, un método basado en el masaje de las articulaciones, y se utiliza en casos de mielopatía cervical leve. Este tratamiento no remedia la mielopatía en sí, más bien se centra en aliviar los síntomas, restablecer las funciones neurológicas y reducir el dolor para que el paciente lleve una mejor calidad de vida.

Para poder hacer uso de estas técnicas es necesario que el especialista haya examinado tu condición e identificado la causa, ya que los tratamientos no son iguales para todos los pacientes y se ajustará a las necesidades del mismo. Asimismo, se debe hacer un seguimiento del paciente durante y después de aplicar las técnicas, principalmente para observar si estas no empeoran las funciones neurológicas afectadas o los síntomas. En el tratamiento conservador frecuentemente se emplean las técnicas articulatorias, de movimiento accesorio suaves, de tracción y las técnicas neurodinámicas. Generalmente, todo tratamiento quirúrgico es realizado en personas con casos crónicos o moderados a crónicos de mielopatía cervical, cuando el deterioro de las funciones neurológicas puede ocasionar consecuencias graves si sigue desarrollándose. Por ejemplo, en pacientes con vejiga neurogénica, daño en las funciones de las manos o piernas y que no haya funcionado el tratamiento conservador.

La cirugía de mielopatía cervical se lleva a cabo al ampliar el canal espinal que está comprimiendo a la médula espinal. Esto supone una mejoría en los síntomas y funciones del paciente, además detendría el avance de la mielopatía. No obstante, la recuperación total no está asegurada, ya que dependerá de la etapa en la que se encontraba la mielopatía, qué tan extensos fueron los daños, si la causa es recurrente y la predisposición del paciente a esta condición.

Recuerda, la info brindada aquí es solo periodística,  orientativa e informativa. Es importante acudir a tu profesional médico de confianza,  si has observado en ti,  alguno de los síntomas de la mielopatía cervical o si sospechas que podrías padecerla. Dependiendo de tu condición te indicará que procedimiento es mejor para ti. Que tengas un día saludable !.

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