Según la historia del psicoanálisis, la mayor parte de nuestro pensamiento, de nuestro conocimiento y de los elementos que forman parte de nuestra mente, no son conscientes, es decir, están escondidos en lo más profundo de nuestro ser.

Nosotros no podemos acceder a ello porque está escondido debido a un proceso de represión. Sin embargo, este inconsciente, siempre pretende salir a la superficie y, por tanto, podemos decir que existen una serie de manifestaciones en las cuales el inconsciente intenta decirnos que es lo que sucede en su interior. El inconsciente es el círculo más grande que incluye dentro de sí, el círculo más pequeño del consciente; todo consciente tiene su paso preliminar en el inconsciente, mientras que el inconsciente puede detenerse con este paso y todavía reclamar el pleno valor como actividad psíquica. En definitiva, el inconsciente es una región de nuestra mente en donde se ubica información sobre nosotros (recuerdos reprimidos, pensamientos dolorosos y negativos) que condiciona nuestra conducta, pero que no aflora en la conciencia porque es inaccesible para el sujeto para nuestra parte consciente.

El inconsciente se mnifiesta de cuatro formas genéricas:

• Los sueños: Los sueños son un elemento fundamental a la hora de entender cuál es nuestro esquema psíquico, ya que, son una satisfacción simbólica de un deseo reprimido. Es decir, los sueños liberan aquellos elementos que son necesarios para poder entender lo que nos sucede.
• Los actos fallidos: La presión psicológica a la que estamos sometidos y que nos impide hacer cosas que estamos acostumbrados a hacer sin problemas.
• Los lapsus: Problemas lingüísticos que se manifiestan cuando decimos una cosa que en realidad no queríamos decir.
• Los chistes: Son una forma de romper con la norma interiorizada porque funcionan como un modo de liberación o vía de escape de la represión social.

En inconsciente está formado por elementos (racionales y emocionales) reprimidos que se van guardando a lo largo de toda nuestra vida (nunca deja de formarse) sin que el sujeto lo sepa y a los que la conciencia no puede acceder porque supone un problema para la mente consciente (=angustia para el individuo) y, por eso, son bloqueados por el mecanismo de la represión. Un mecanismo de defensa que ayuda a ignorar y negar el deseo para evitar el conflicto neurótico.

Asimismo, para entender cómo forma el inconsciente, el psicoanálisis  establece que la mente del ser humano consta de tres partes donde se guardan los recuerdos (primera tópica/modelo topográfico) y, para explicar esta tesis, hace una analogía con los icebergs:

1. El inconsciente: Es el lugar donde se ubican los recuerdos reprimidos o pensamientos dolorosos y negativos (área inaccesible para nuestra parte consciente). Sería la base del iceberg/ la parte que no se ve.
2. El preconsciente: Lugar donde están los recuerdos a los que podemos acceder si hacemos un esfuerzo (aquello que somos capaces de recordar y traer de nuevo a nuestra consciencia). Sería el cuerpo del iceberg que está sumergido /lo semivisible.
3. El consciente: Es lo que pensamos en cada momento y la parte consciente (parte a la que podemos acceder sin problema). Sería la punta más alta del iceberg /lo visible.

• El inconsciente es como el disco duro de nuestra mente: guarda y graba todas las experiencias, sensaciones y emociones que vivimos diariamente sin que seamos conscientes de ello.
• La información que queda guardada en nuestro inconsciente hace que ante algunas situaciones de peligro se activen mecanismos de defensa (represión, regresión, sublimación, proyección, desplazamiento y reacción) para reaccionar ante dicho peligro.
• La información que se encuentra en el inconsciente no se guarda u organiza de forma cronológica, no obstante, eso no quiere decir que no tenga un orden. De hecho, el inconsciente es un sistema complejo que funciona con sus propias leyes.
• El inconsciente siempre está vinculado al presente, se identifica con el yo (nos ayuda a enfrentar la realidad) y nunca hace juicios de valor.
• La interpretación de los sueños a través de la terapia nos permite conocer mejor el inconsciente, ya que, son su manifestación más importante.
• En el inconsciente se coexisten ideas contradictorias y no distingue lo real de lo irreal.

• La neurosis: Todos somos neuróticos y, por tanto, todos tenemos cierto nivel de enfermedad mental. La cual, es la relación extraña entre el deseo y la prohibición del carácter moral que hemos interiorizado. 

  La problemática relativa a la existencia de una esfera de actividad psíquica que no alcanza el nivel de la conciencia, surgida en sede filosófica desde la antigüedad, ha tenido gran desarrollo, en particular por la obra de Sigmund Freud y la investigación psicoanalítica. En las palabras de Freud, el descubrimiento del inconsciente es la tercera herida infligida al narcisismo humano: con Copérnico el hombre ya no está en el centro del universo, con Darwin no es creado directamente por Dios, con el psicoanálisis ya no es amo en su propia casa.

  En el ámbito del psicoanálisis el término #inconsciente define un sistema del aparato psíquico formado por contenidos retirados, investidos por fuertes cargos pulsionales y regulados por mecanismos específicos.  Inconsciente y subconsciente son responsables de las acciones reflejadas, son sede de personalidad y emociones; comunican mensajes, señales y emociones a través de cuerpo y comportamientos. Cabe decir que si bien es cierto que cada expresión tiene un significado diferente, algunas personas usan los términos inconsciente y subconsciente de manera intercambiable. La imagen más sugestiva para comprender qué es el inconsciente y su importancia nos la ofrece Sigmund Freud con la metáfora del iceberg, en la que compara nuestro aparato psíquico con este gran témpano de hielo: la parte que emerge sobre el agua es la parte consciente, mientras que la inmensa parte sumergida, mucho más grande que la visible, es la parte inconsciente (psicoanálisis). El inconsciente es la parte de nuestra psique que no alcanza el nivel de la conciencia, un sistema mental al que dio especial importancia la teoría psicoanalítica, distinguiéndolo de la parte consciente y del preconcebido. El inconsciente es - volviendo a la metáfora del iceberg - la parte invisible, la parte sumergida en el agua, un área fuera de nuestro control de la cual debemos interpretar las señales a través de diversas manifestaciones como los sueños, los lapsus y otros síntomas y evidencias a comprender. En la gran mayoría de los casos, se puede pasar toda la vida bajo un desinterés de los mensajes que provienen del inconsciente e ignorando incluso su existencia; sobre todo en las situaciones de sufrimiento angustia, fobias, insomnio, pérdida de control. 

  En el inconsciente encontramos los recuerdos más remotos de nuestra infancia, emociones y pasiones ocultas, deseos no confesados ni siquiera a nosotros mismos. Probablemente prestando más atención a todo lo que te pasa durante el día, también te darás cuenta de alguna manifestación de tu inconsciente.

  ¿Cuántas veces has tenido sueños incomprensibles? Soñar con discutir con alguien puede poner de manifiesto un estado de tensión hacia una persona de nuestro "séquito" cotidiano, o sentir una fuerte atracción en sueños por una persona que en la realidad nunca habríamos considerado, podría poner de manifiesto una pasión oculta, tal vez nos avergüence.

  Los sueños y los llamados lapsus freudianos son las manifestaciones del inconsciente más fáciles de explicar; en cambio, cuando se está en presencia de verdaderas patologías, como estados de ansiedad, ataques de pánico o formas diferentes de neurosis, las reflexiones sobre lo que nos está comunicando nuestro inconsciente se vuelven más complejas de interpretar y, en la mayoría de los casos, requieren la intervención de un especialista.

• De esta manera, se recurre al psicoanálisis como posibilidad específica de tratamiento que investiga las motivaciones inconscientes (es decir, no somos conscientes) de los comportamientos. Distinguiendo dos tipos de inconsciente dentro de sí:

  • El inconsciente descriptivo: se declaran inconscientes las representaciones no disponibles después de la eliminación.
  • El inconsciente tópico: es una subestructura de la psique - junto a la conciencia y al preconcebido - definida por ciertos procesos y por ciertas leyes.