Hoy Trabajamos con la Flexibilidad Cognitiva
La flexibilidad cognitiva es una de las cualidades que define al ser humano y le brinda consistencia debido a la froma de procesar información. Muchas personas presentan esta habilidad sumamente desarrollada y pueden acudir a determinados razonamientos avanzados en el seno de la vida cotidiana. Esto se ve reflejado en actitudes que poseen frente a otras personas e incluso en las conductas que manifiestan. Sin embargo, pueden existir dificultades en llevar a cabo una adaptación adecuada a los pensamientos, ideas y/o situaciones que surgen del entorno social. Por esta razón, cada ser humano es diferente y presenta peculiaridades que lo definen por completo.
La flexibilidad cognitiva es la capacidad que posee el ser humano para adaptar sus creencias y acciones frente a los cambios que se producen en los entornos que se frecuenten. Dicha habilidad permite que una persona pueda dejar de lado sus ideas y conductas propias ante la necesidad de que se produzcan modificaciones. Por este motivo, esta habilidad va en contra de la rigidez que constituye un obstáculo para adecuarse a cualquier eventualidad que implique salir de rutinas y/o hábitos. En otras palabras, permite mejorar la resolución de conflictos y la elaboración de alternativas que representen cambios.
La flexibilidad cognitiva no se corresponde únicamente con situaciones puntuales, sino que posibilita la aceptación de ideas y acciones provenientes de otras personas y puede trabajarse a través de la resolución de problemas variados, la exposición a diferentes perspectivas y la práctica de actividades que desafíen el pensamiento rutinario.
A continuación, haremos hincapié en para qué sirve la flexibilidad cognitiva:
- Mayor tolerancia a la frustración: algunos cambios pueden traer aparejada cierta desilusión, ya que los resultados son diferentes a los imaginados. Introducir modificaciones en los esquemas mentales da lugar a una mayor adaptación a situaciones que representen desafíos.
- Desarrollo de la empatía: si una persona puede cambiar su punto de vista debido a la persistencia de creencias que son opuestas, se torna necesario comprenderlas en profundidad. De este modo, la empatía permite reconocer sentimientos e ideas ajenas sin la necesidad de evitarlas.
- Comunicación efectiva: aquellas personas que pueden modificar el enfoque inicial suelen tener un tipo de comunicación más efectiva con su entorno. Esta particularidad debe a que toman en cuenta la perspectiva de grupos sociales.
- Resiliencia: fomentar la flexibilidad cognitiva brinda oportunidades para superar adversidades que puedan presentarse. De este modo, la persona puede contar con más opciones si no puede llevar a cabo su esquema inicial.
Adoptar un modo inclusivo de procesar información externa permite una mayor tranquilidad y estabilidad emocional. Para elaborarla, es pertinente llevar a cabo actividades para trabajar la flexibilidad cognitiva en adultos:
- Participar en debates: acudir a grupos sociales implica enfrentarse a diferentes pensamientos acerca de varios temas. En efecto, participar en espacios de intercambio constituye una práctica para adaptarse a cualquier cambio que surja.
- Jugar a deportes grupales: existen lugares de ocio personal en los cuales pueden practicarse deportes en equipo. En líneas generales, las actividades más frecuentes son fútbol, baloncesto, vóley, handball, entre otros. Aquí se manifiestan diferencias en la toma de decisiones que deben ser consensuadas con los miembros del mismo equipo.
- Juegos de mesa: ocupaciones como el ajedrez y las damas requieren de una destreza mental eficiente. Para poder jugar de un modo adecuado, es importante variar las estrategias ante los cambios que produce el adversario.
- Meditación: la meditación tiene como objetivo restarle importancia a determinados pensamientos que influyen negativamente en la vida de una persona. En relación con esto, permitir que acudan otros razonamientos e incorporarlos al modo de procesar las situaciones permite obtener un mayor rango de flexibilidad cognitiva.
Estas alteraciones no solo se observan en adultos, sino que pueden surgir durante el período de la infancia. Para solucionar esta problemática, se pueden realizar algunos ejercicios de flexibilidad cognitiva para niños:
- Cambios en reglas de juegos: una de las opciones más viables consiste en introducir modificaciones en el reglamento de juegos. De este modo, los niños pueden adquirir una mayor tolerancia a los cambios y a la frustración que pueden experimentar.
- Juegos de memoria: dentro de un espacio relajado y cómodo, es posible apelar a la memoria de los niños para que recuerden objetos y/o personas. Ante esto, se desarrolla la capacidad de atención y concentración, las cuales son imprescindibles para que puedan modificar sus esquemas cognitivos.
- Arte: en actividades artísticas que los niños se sientan cómodos, se les puede solicitar que dibujen, pinten y/o actúen diferentes escenarios. Esto colabora en adquirir una mayor permeabilidad ante los cambios repentinos.
A pesar de los ejercicios y actividades sugeridos tanto para niños como adultos, la persistencia de esta problemática puede ser un indicador de algún suceso de gravedad. Por esta razón, es importante acudir a un profesional de la salud si la imposibilidad de desarrollar la flexibilidad cognitiva conlleva a otras dificultades.