Qué es una Protusión Discal? aquí te contamos..
Una lesión de protusión discal o protusión discal es una lesión común de la columna vertebral que se genera en el disco intervertebral. Puede acontecer en la columna lumbar (parte baja de la espalda), en la columna torácica (parte superior y media de la espalda) o bien en la columna cervical (cuello).
Diferentes grados de protusión discal
Una protusión discal describe generalmente un disco apartado o bien un disco saliente.
Pero podemos encontrar diferentes tipos de protusión o tipos de hernias
No obstante, cuando el abultamiento del disco es suficientemente significativo para que el núcleo del disco salga del anillo, se conoce como una hernia discal.
La principal diferencia entre hernia y protusión discal es el grado de ruptura del anillo del disco intervertebral. El último grado de ruptura lo denominamos como extrusión discal.
Y este consiste en una ruptura total del anillo discal provocando una salida en masa del material interno del núcleo del disco vertebral.
El disco intervertebral
En contraste a las vértebras, los discos intervertebrales no se forman de tejido óseo, sino esencialmente se tratan de tejidos blandos de consistencia cartilaginosa.
Dado que la columna lumbar es una de las porciones más inferiores, mantiene una carga mayor que los discos intervertebrales de la columna torácica o bien cervical.
Es por esta razón que los cuerpos vertebrales y los discos de esta zona son particularmente más grandes y anchos que los superiores.
Los discos tienen forma de cuña con el fin de que coincida con las curvaturas fisiológicas de la columna vertebral.
En el caso de la columna lumbar, son más altas en la cara frontal que en la superficie de la cara de atrás, para conseguir coincidir con la curvatura lordótica de esta zona.
Anatomía del disco intervertebral
Cada uno de los discos intervertebrales tiene un anillo externo (anillo fibroso) y un centro gelatinoso interno (núcleo pulposo).
El anillo fibroso es una estructura fibrosa constituida por fibrillas de colágeno. Esta cuenta con propiedades mecánicas y mucha resistencia a la tracción y a la compresión.
Respecto al centro gelatinoso interno (núcleo pulposo) de cada disco intervertebral, se trata de una estructura blanda que actúa con ayuda del núcleo pulposo como una almohadilla de agua que distribuye uniformemente la presión y carga recibida.
Si la columna vertebral es flexionada, esta estructura puede desviarse de manera fácil hacia el lado contrario hasta que sea retenida por el anillo fibroso.
Esta función de retención puede verse estropeada por diferentes factores (envejecimiento, traumatismos etcétera), lo que causa que el centro pulposo se desplaza dando sitio a un abultamiento o bien protusión discal.
Índice y prevalencia de las protusiones y hernias discales
Estudios recientes y expertos afirman que entre el 80 y el 90% de la población mundial sufrirá en algún momento de su vida de dolor de espalda baja o lumbago.
De esta cantidad de pacientes se puede estimar que el 30% será directamente derivado de problemas discales y cerca del 60% causados indirectamente por hernias o protusiones discales y los problemas de movilidad y estabilidad que pueden ocasionar.
Dolor protusión discal
Y es que recordemos que las hernias discales no permanecen de manera aguda pero sí que pueden ocasionar alteraciones biomecánicas que den origen a diversos dolores de lumbares.
Dentro de la población el segmento que más probabilidades tiene de sufrir dolores por protusiones discales es el comprendido entre los 40 y los 60 años debido a:
Los tipos de trabajo y la carga del trabajo
El desgaste de las estructuras vertebrales
La falta de tonicidad y atrofia muscular
La falta de movilidad y estabilidad de la columna vertebral
Siendo los siguientes grupos con mayor índice de prevalencia de dolor de lumbago los mayores de 60 años y los comprendidos entre 20 y 40 años lo siguientes.
Otras lesiones lumbares
Como acabamos de comentar, no solo las hernias discales o la protusión discal dan origen a dolor de espalda o dolor cervical.
De hecho podríamos afirmar que no son el tipo de alteración que genera mayor porcentaje de dolor de espalda directamente.
Si bien hemos de matizar que este tipo de lesiones generan alteraciones biomecánicas de manera secundaria provocando así todo tipo de dolores.
Pero como decíamos hay otro tipo de alteraciones que van a generar problemas de espalda.
Tipos de lesiones lumbares
Restricciones de movimiento
Problemas como la falta de movilidad de las articulaciones uncovertebrales o de la musculatura de la espalda puede dar origen a dolores de espalda o lesiones como el denominado “síndrome facetario”
Esta falta de movimiento generará cada vez mayor rigidez, lo que provocará que con el tiempo nuestro rango de movimiento se vea reducido y que se generé dolor cuando nuestro cuerpo trate de moverse más allá de los rangos permitidos.
Esto hará que nos sintamos doloridos, rígidos, inmóviles e incómodos en gran parte de las situaciones diarias.
Déficit de control motor
Otras de las alteraciones más comunes de la columna vertebral (y más normalmente de la columna lumbar y cervical) es lo que llamamos alteración del control motor.
Esto es producido por una falta de tonicidad de los músculos, los cuales son incapaces de coordinarse de manera eficiente o tienen falta de fuerza.
Esto provoca que la estabilidad de nuestra columna vertebral se vea alterada.
El cuerpo al detectar estas pequeñas inestabilidades va a generar dolor como método de aviso además de provocar exceso de trabajo de otros músculos hipertónicos.
Lo cual dará lugar a dolores musculares, contracturas e hipertonicidad muscular.
Dolores de origen psicosomático
En muchas ocasiones y debido a procesos como estrés, traumas o ansiedad, el cuerpo puede manifestar dolores aunque no se esté produciendo una lesión directa sobre una estructura.
Y es que se ha demostrado que sobre todo a nivel cervical y a nivel lumbar se pueden presentar este tipo de dolores sin presencia de lesiones del tejido.
Todo ello derivado como decimos, de procesos psicológicos.
Si quieres saber más sobre el dolor lumbar, visita este artículo.
Causas de la protusión lumbar
Cuando se genera una protusión discal, una hernia discal o bien una ruptura de disco, generalmente se debe a cualquiera de estas causas:
Una debilidad preexistente en el anillo, o bien
un incremento brusco de la presión a través del disco que causa que las fibras del anillo se desgarren.
Puedes reunir las causas de una lesión de disco intervertebral bajo 3 encabezados:
Pequeños traumatismos a lo largo del tiempo
Los microtraumas repetidos a lo largo de un tiempo prolongado pueden provocar lesiones en los discos.
El mejor ejemplo de microtrauma prolongado es la mala postura.
La mala postura al sentarse, estar de pie o bien trabajar, afecta a la columna vertebral.
mujer con dolor protusion discal
Sostener una postura encorvada o bien inclinado hacia delante en la columna vertebral conduce a un estiramiento excesivo y a la debilidad del fibrocartílago posterior de los discos vertebrales.
Con el tiempo, esto conduce a alterar la integridad del disco, deshidratación discal y al desplazamiento del fluido del núcleo del disco en la parte trasera.
Este desplazamiento pone las articulaciones y los nervios de la columna vertebral bajo una presión que causa dolor.
El propósito para sostener de forma continua una buena situación incluye un cambio de postura regular.
A lo largo de sus sacrificios iniciales para regresar a conseguir una buena postura, la poca resistencia muscular y el no estar siendo consciente de la postura, le predispone a regresar a sus viejos hábitos.
En estos casos, es útil apuntar que existen dispositivos de apoyo para la postura, como el balanceo lumbar con balones de pilates, apoyos para la columna, el vendaje kinesiotape o bien una férula para la espalda, que le asisten a sostener una curva lordótica en la columna lumbar a lo largo de esta fase de transición.
Pero siempre usando estos dispositivos supervisados y a la vez que se sigue un programa de ejercicios o reentrenamiento de la columna. No como método sustitutivo y tratamiento de dolor de espalda.
Debes trastocar de manera regular cualquier postura sostenida para dejar que tu columna vertebral se mueva y siga encontrándote sana.
Sobrecarga brusca e inesperada
La carga inmediata e inesperada de los discos intervertebrales, además, puede suceder en ocasiones traumáticas, entre otras cosas, un incidente con el coche.
Esta carga excesiva puede suceder gracias a la naturaleza de las fuerzas repentinas ejercidas por medio de su cuerpo en el instante del encontronazo, y que tu cuerpo intenta repeler esas fuerzas.
La carga o la torsión inesperada de un disco puede ocasionar el desgarro de las fibras anulares y, entonces, una lesión del disco.
Siempre se tiene que levantar una carga o peso según los principios correctos de levantamiento postural. La utilización de técnicas de levantamiento deficientes, como la flexión hacia adelante y el tirón con la espalda, puede ocasionar una carga inmediata e inesperada del disco.
Factores genéticos
La lesión de disco intervertebral puede tener una predisposición genética. Las deficiencias descubiertas se basan en una menor consistencia de tejido y un incremento de elastina de las fibras fibrocartilaginosas.
Estas forman el anillo del disco intervertebral.
Otros causantes que tienen la posibilidad de tener un papel pueden ser:
Factores ambientales, como el exceso de grasa y peso
Falta de estabilidad del núcleo
Reducción de la fuerza de las extremidades inferiores
La naturaleza de la ocupación (por ejemplo, una carga física pesada frente a una presión física menuda o sin ella).
Generalmente, los factores genéticos influyen de manera suave a moderada a las lesiones de disco, y si se sufre una lesión de disco, extraña vez es “genética”.
Es imposible cambiar la genética. Todo lo que puedes llevar a cabo es ser más diligente en la prevención de las lesiones de espalda.
Factores de riesgo para la discopatía lumbar
Como toda lesión tienen una serie de factores de riesgo que si cumplimos con ellos, tendremos más posibilidad de sufrir este tipo de lesiones discales.
Sobrepeso
Mala postura e higiene postural
Malas posturas en el trabajo
Tabaco
Alcohol
Sobreesfuerzos continuados
Alteraciones posturales (escoliosis, dismetría etc…)
Consecuencias. ¿Qué sucede si la protusión discal no se trata?
Mucha gente se pregunta si una protusión discal puede desaparecer o cuánto tiempo tarda en curarse una protusión discal.
A pesar de no recibir un tratamiento específico, la naturaleza va a intentar naturalmente curar la protusión discal.
La mayor parte de las situaciones de discos abultados leves se curan de manera natural y no necesitan ningún tratamiento extra. Ósea que realmente se puede reabsorber una protusión discal.
Por otro lado, los pacientes que sufren de una protusión discal acostumbran a buscar un alivio más acelerado del dolor que les afecta.
Asimismo, sufrir de una protusión discal grave tiene consecuencias ya no solo físicas sino también psicológicas o en tu día a día.
Incluso el llegar a preguntarte cual puede llegar a ser el tiempo de baja por protusión discal.
Más adelante hablaremos sobre los síntomas que sentiremos a nivel físico pero las protusiones de disco tienen consecuencias tales como:
-Problemas físicos derivados directamente de la lesión discal.
-Problemas físicos provocados por la falta de movilidad y rigidez provocada por los problemas discales.
- Estrés, ansiedad y problemas psicológicos derivados del dolor y las limitaciones de la espalda.
- Empeoramiento de la sintomatología a causa del empeoramiento de protusión a hernia o extrusión.
Pinzamiento o problemas de raíces nerviosa con pérdida de sensibilidad, movilidad y fuerza de los miembros.
Síntomas de la protusión discal
Las alteraciones discales van a producir una serie de síntomas graves por los cuales va a ser más fácil poder identificar la lesión.
Así pues, los síntomas graves protusión discal que hemos descubiertos en esta investigación son:
Dolor localizado en la zona vertebral durante los movimientos de sentarse, flexionar hacia adelante, toser, estornudar o levantarse.
Dolor irradiado hacia las extremidades.
Rigidez o limitación de la movilidad de las vértebras.
Dolor visceral. La alteración de la función del órgano de la vejiga y el intestino puede indicar una patología discal grave, que debe dar lugar a una evaluación médica inmediata.
sintomas protusion discal
Pruebas y diagnóstico de protusión discal
Hay muchas varias maneras de evaluar o diagnosticar una protusión discal.
A parte de sospechas debido a las sensaciones o síntomas graves de una hernia discal que hemos leído anteriormente, la mejor manera de evaluar una protusión discal es mediante una resonancia magnética o una tomografía computarizada.
Gracias a la resonancia magnética tendremos una imagen fiable de nuestra columna vertebral y podremos valorar de manera objetiva si aparece una lesión discal.
Las resonancias magnéticas comúnmente identifican una discopatía cervical.
Las radiografías no detallan una protusión aguda del disco.
No obstante, las radiografías tienen la posibilidad de exhibir signos de lesión discal crónica, como patología degenerativa del disco y estrechamiento del disco.
Evaluación de síntomas mediante los siguientes test ortopédicos más conocidos.
Slump test es un test en el cual estando sentado e inclinado hacia delante, extenderemos la rodilla, si esto produce dolor sobre la espalda esto será indicativo de un atrapamiento nervioso por culpa de una protusión o una hernia lumbar.
Los test neurodinámicos para valorar una hernia cervical o protusión cervical consisten en desde posición erguida, movilizar el brazo en estas tres posiciones:
Nervio cubital
Nervio mediano
Nervio Radial
Por último, y con un profesional especializado, podrías realizar las maniobras de presión posterior a nivel cervical o lumbar y valorar la movilidad del segmento.
Esto es una prueba poco específica pero si este movimiento genera dolor, podremos sospechas también de una alteración discal.
Evolución de una protusión discal
La evolución de una discopatía degenerativa lumbar puede ser muy variable en función del tratamiento o la importancia que se le de.
La primera evolución será el caso favorable.
En caso de que el paciente haya acudido a un profesional de la salud, haya recibido tratamiento, haga ejercicio correctivo y haya cambiado su ergonomía e higiene postural.
En este caso, la evolución de la protusión será hacia reducir el dolor, mejorar la movilidad y a nivel de imagen, las protusiones pueden llegar incluso a desaparecer.
El segundo caso, es el caso desfavorable. Una persona que no haya cuidado su columna vertebral, no haya acudido a ningún profesional y no haya mejorado su higiene postural.
En este caso la protusión seguirá degenerando convirtiéndose seguramente en hernia discal, provocando mayor dolor, reducción de la movilidad e incluso pudiendo llegar a provocar un problema radicular o problema del nervio por causa de un atrapamiento.
Tratamientos para la protusión discal
La mayoría de las lesiones de disco leves y poco abultadas se tratan de manera conservadora sin necesitar una cirugía.
Las fibras desgarradas del anillo acostumbran a sanar y el disco abultado acostumbra curarse.
Mientras esto sucede, el tratamiento para la protusión discal se enfoca en alentar el retorno del líquido y su permanencia en el centro del disco.
Esta rehabilitación provoca que las fibras desgarradas se acerquen unas de otras y la composición del anillo sane tanto como se pueda.
Tu fisioterapeuta te podrá aconsejar las posiciones ideales para su espalda y además puede usar kinesiotape para sujetar su columna vertebral.
Además te explicará las posiciones que debe evadir, y que tienen la posibilidad de ser dañinos para su correcta recuperación.
Al mantener dentro del disco el líquido central, se ayuda a la correcta cicatrización y así permitimos que la ruptura del anillo sane de forma correcta y así se arregle a largo plazo.
Es importante saber que para la correcta cicatrización del tejido es necesario un periodo de 6 semanas.
Por tanto en ese periodo será de vital importancia mantener buenas posturas y evitar sobrecargas innecesarias.
Rehabilitación para la protusión discal
Es importante determinar una buena rehabilitación para la hernia discal. Así acortamos el tiempo de recuperación de pinzamiento lumbar.
Y es así por lo que hemos decidido dividir la recuperación de protusión discal en 4 fases de terapia conservadora.
Fase 1. Reducción del dolor y protección del tejido.
El tratamiento de protusión discal es fundamental para la recuperación, y el control del dolor en protusión juega un papel fundamental.
Como es el último síntoma que se desarrolla, será el más fácil de recuperar.
Los síntomas de la protusión discal se deben principalmente a la inflamación del tejido alrededor del disco.
La mejor manera de reducir esta inflamación será con fisioterapia para la protusión, utilizando técnicas como la diatermia, la neuromodulación y la terapia manual para descomprimir el disco.
Además, también el fisioterapeuta trabajará con fisioterapia invasiva, masaje y ejercicios de movilización para bajar el tono muscular, mejorar la función del tejido y reducir las contracturas.
El médico también deberá aportar su parte. En este caso lo ideal es ayudar a reducir la inflamación del disco intervertebral gracias a medicamentos como los antiinflamatorios.
Fase 2. Ejercicios para protusión discal
Conforme se vaya reduciendo el dolor y la inflamación de la zona, el profesional en fisioterapia o readaptación enfocará el trabajo para recuperar la movilidad de las articulaciones y la función del tejido.
Entonces comenzará un proceso de 3 fases en las que el fisioterapeuta trabajará la movilidad, la estabilidad y la fuerza de la región progresivamente.
Al trabajar sobre estos importantes músculos ayudaremos a la correcta estabilización dinámica de la columna vertebral.
Las investigaciones han descubierto la importancia de los patrones de reclutamiento de los músculos centrales de la espalda, cuello y abdomen.
El orden de reclutamiento típicos de sus músculos más profundos, después los intermedios y por último, los patrones de activación de los músculos superficiales son comúnmente requeridos para evitar el de espalda.
Un fisioterapeuta experto en protusiones discales valorará el patrón de reclutamiento muscular en tu caso y podrá elaborar un programa de ejercicios específicos para mejorar tu problema.
Fase 3. Restauración de la función completa
Conforme el control dinámico de su espalda va mejorando, el fisioterapeuta enfocará su atención a restaurar la alineación normal de su pelvis, columna lumbar, dorsal y cervical y el rango de movimiento durante y posturas corporales más estresantes.
Dependiendo de cómo sea tu trabajo, deporte o día a día la rehabilitación deberá ir enfocada a estas actividades de la vida diaria según las cuales tu cuerpo ha de soportar movimiento y cargas.
El fisioterapeuta te podrá adaptar la rehabilitación de tu espalda según los objetivos que desees conseguir.
Fase 4: Prevención de recaídas.
Los dolores de espalda tienen tendencia a volver. La razón más importante por la que el dolor de espalda regresa es a causa de una rehabilitación ineficiente o insuficiente.
En especial, el mal cumplimiento de los ejercicios de core y estabilización lumbopélvica y estabilizadores cervicales.
Debería seguir con variantes de estos ejercicios de manera rutinaria varias ocasiones por semana.
El fisioterapeuta te va a proporcionar ayuda para determinar cuáles son los mejores ejercicios para continuar indefinidamente.
Aparte del control muscular, el fisioterapeuta evaluará la biomecánica de su columna y pelvis y pondrá solución a las alteraciones motoras que puedan darse.
Puede ser tan fácil como proporcionar ejercicios para los músculos adyacentes o algunos aparatos ortopédicos para tratar los defectos biomecánicos en las piernas o los pies.
El ejercicio en general es un ingrediente esencial para prevenir recaídas. Es recomendable hacer deportes como pilates, yoga, natación, caminatas, hidroterapia o un programa de gimnasia.
Todo esto ayudará a mantener una musculatura fuerte y estable y una movilidad correcta. Gracias a este tipo de deportes y la higiene postural evitaremos recaídas sobre el dolor de espalda.
Ejercicios para la protusión discal
Como ya hemos hablado, el realizar ejercicios para la estabilización del core o la zona cervical serán fundamentales para la prevención de recaídas de protusión discal.
Operación protusión discal
En algunas ocasiones podremos plantearnos o escuchar sobre la posibilidad de una cirugía para la protusión discal. La más típica es la protusión discal l4 l5.
Dado la experiencia clínica investigada y la evidencia científica hallada, como antes hemos hablado, un porcentaje muy reducido del dolor lumbar es debido directamente a protusiones o hernias discales.
Además, conociendo el proceso de reabsorción de la protusión y la recuperación, el hecho de plantear una cirugía en fases iniciales queda completamente descartado.
Las cirugías conllevan muchos riesgos para el paciente y no garantizan la desaparición de la sintomatología.
Los profesionales sólo aconsejan un tratamiento quirúrgico en caso de que la extrusión del material pulposo del disco esté haciendo contacto directo y grave con las estructuras del sistema nervioso durante un periodo prolongado. Por ejemplo en una estenosis de canal. Esto puede provocar lesiones duraderas a largo plazo de estructuras como el nervio ciático o la médula espinal.
Para todo el resto de supuestos aconsejamos lo analizado previamente, higiene postural, tratamiento conservador, fisioterapia y ejercicio.
Ergonomía e higiene postural
Como ya hemos hablado, las protusiones discales son un problema muy grande en la sociedad moderna, y una parte importante para el tratamiento de esto es la prevención.
Incluso cuando la lesión discal ya ha aparecido.
Toda esta prevención para hacer que no haya contínuas recaídas.
Por tanto, es importante porque cada vez estamos más tiempo sentados, lo cual nos supone una sobrecarga brusca para la espalda, ya que nuestras caderas, lumbares, cervicales etc… están en constante agresión.
Además, los trabajos que constan de mantener posturas forzadas durante largos períodos.
De hecho hemos de ser conscientes, como los deportistas que levantan grandes pesos, que hemos de trabajar con la fuerza de nuestras piernas o las extremidades y no con la espalda.
Si levantamos un peso sin la curvatura correcta estaremos aplastando y cizallando nuestros discos.
O si mantenemos una mala postura sentados mucho tiempo estaremos sobrecargando en mayor medida una parte en concreto del disco, provocando así nuestro tema de hoy, la protusión discal y llegando imprentar sobre las estructuras nerviosas, generando así lo denominado como radiculopatía.
Y tras todo este artículo hablando sobre la protusión discal, hernia de disco, extrusión de disco y abombamiento discal, esperamos haber podido concienciarnos un poquito sobre la importancia de nuestra espalda, las buenas posturas y el cuidado sobre nuestra columna vertebral.
Además, es importante que sepas identificar cuando podemos tener una lesión de espalda y qué hacer cuando esto ocurra. A continuación les dejo un video sobre la ergonomía de la espalda y la higiene postural durante nuestro día a día.
Recuerda, la info brindada aquí es solo periodística, orientativa e informativa. Es importante acudir al médico, si haz presentado algún síntoma inesperado. Dependiendo de tu condición, te indicará que procedimiento es mejor para ti.