A lo largo de este tiempo. continuamos acompañando los cientos de reclamos de las distintas asociaciones de personas con discapacidad, quienes reivindican la necesidad de trabajar por una tecnología inclusiva para que nadie se quede fuera, por falta de accesibilidad digital. Decir no a las barreras digitales para que la comunidad apoye sin desanimar.
Algo tan sencillo como realizar un trámite a través de internet, leer un documento en pdf o utilizar alguna de las aplicaciones que todos tenemos en nuestro teléfono móvil se hace especialmente complejo para muchas personas con discapacidad. No por sus capacidades sino, especialmente por los problemas de accesibilidad que, todavía hoy, imperan en el panorama tecnológico.
Lo digital condiciona nuestra vida y también la de las personas con alguna discapacidad física, sensorial, intelectual o psíquica. Por ello, uno de los retos de las organizaciones que trabajan por los derechos de este colectivo es romper con esa brecha digital formando a las personas y reivindicando todo aquello que se puede hacer desde el ámbito político, social e, incluso, empresarial.
La apuesta por la tecnología requiere, además, apostar por una labor de sensibilización de la sociedad para eliminar prejuicios, indiferencia y discriminación.
La sociedad es aún escasamente consciente de estas barreras y, cuando lo es, mira pronto hacia otro lado. Solo una labor pedagógica permanente, abierta, con un enfoque positivo en cuanto al afianzamiento de derechos y facilidades que aportan a determinados ciudadanos y realizada desde edades tempranas puede modificar de forma permanente esta situación. Mientras tanto, deben exigirse políticas, presupuestos y dotación humana en connivencia con la experiencia de las organizaciones más representativas de las personas con discapacidad para mejorar la situación en el corto y medio plazo.
El impacto de las nuevas tecnologías en la vida de las personas con discapacidad es indiscutible.
Además del apoyo económico de las instituciones estatales y de las acciones de sensibilización, las asociaciones coinciden en hacer un llamamiento a los fabricantes de dispositivos y aplicaciones para que incorporen la accesibilidad en la etapa inicial del diseño. Piensan en dispositivos más eficaces, universales y duraderos, algo que también beneficiaría a otros colectivos, como el de las personas mayores. En otras palabras: accesibilidad, usabilidad y diseño para todos.