La equinoterapia o la terapia con caballos consiste en una psicoterapia asistida junto a un profesional de la psicología en el que se realiza un proceso terapéutico junto a este animal. De esta forma, la persona que monta el caballo o que recibe el tratamiento se encarga también acicalar, alimentar y guiar el caballo mientras estas están supervisadas por un profesional de la salud mental.
Las terapias con caballos para tratar algunos problemas emocionales o determinadas enfermedades tienen múltiples beneficios, no solo en materia de rehabilitación y movilidad sino también en el ámbito de la psicología.
La equinoterapia lleva desde 1875 utilizándose con resultados muy positivos para los pacientes gracias a las observaciones del neurólogo francés Chassaignac. Este profesional refería que el empleo del caballo mejoraba el equilibrio, el movimiento articular y el control muscular de sus pacientes. Son muchos los artículos en la literatura durante los siglos XVI, XVII, XVIII sobre los beneficios iniciales de la equitación. Pero fueron las masacres ocasionadas con las guerras mundiales lo que determinó que se generalizara el empleo de caballos para la rehabilitación de las víctimas de la contienda, como pone de manifiesto la creación, en 1917, de los primeros grupos especializados en terapias con caballos en el Hospital Universitario de Oxford.
Esta terapia ecuestre no solo es beneficiosa en el seno de la rehabilitación de extremidades o de la movilidad. Una terapia asistida con caballos resulta sumamente positivos cuando hay enfermedades neurodegenerativas, pero también en casos de diversidad funcional y cuando existen problemas psicológicos como estrés o ansiedad.
Existen muchas razones por las que las emociones se nos pueden desbordar. En estos casos, lidiar con estos sentimientos puede resultar muy difícil para la persona que lo padece, siendo casi imposible en algunas ocasiones. Uno de los beneficios de la equinoterapia o de la terapia con caballos es precisamente que el vínculo con este animal permite a la persona identificar, experimentar y poder afrontar sus propias emociones.
Esto es debido a que los caballos son animales muy suceptibles a las emociones. De esta forma, cuando alguien está enojado o es agresivo, el caballo se vuelve obstinado. En cambio, si alguien está relajado y tranquilo, el caballo actuará de la misma forma. Por este motivo, la terapia con caballos puede ayudar al paciente a detectar sus propias emociones y a aprender a gestionarlas.
Los problemas para relacionarse con los demás puede afectar en muchas áreas de la persona que lo padece. De esta forma, la equinoterapia es una terapia muy eficaz para poder abordar estas problemáticas y aprender a gestionar las relaciones con los demás.
Al establecer un vínculo estrecho con un caballo, las personas son capaces de reconocer sus propios patrones de interacción con los demás. Esto es debido a que a pesar de que los caballos no pueden hablar, la realidad es que estos animales tienen una capacidad de comunicarse con los otros seres más que extraordinaria. Tanto es así que a través de la terapia ecuestre las personas pueden llegar a aprender cómo su comportamiento afecta a los demás.
Para muchas personas, aprender a decir que no es una barrera que no pueden superar. Gracias a los beneficios de la equinoterapia, los individuos pueden llegar a comprender cuáles son sus patrones de comportamiento y pensamiento que les generan actitudes tóxicas para si mismos/as. Los caballos, como hemos dicho, son comunicadores excepcionales. Tanto es así que saben cómo poner límites de forma natural. Por ello, las personas pueden comprender que establecer estos barreras es algo bueno para ti y para los demás.Empezar a tener un vínculo con un caballo es una manera efectiva de superar tus miedos. La razón de ello es que estos animales son muy intimidantes. Gracias a la constante interacción con ellos, las personas pueden ver como tolerar y procesar estas emociones que les generan miedo.
Otro de los beneficios de la equinoterapia es que gracias a que la persona que monta a caballo empiece a aprender a galopar o a relacionarse mejor con este animal, esta empieza a sentirse mejor consigo mismo/a.
Esto es debido a que junto a los caballos solo se perciben los éxitos ya que los animales, a diferencia de las personas, no juzgan. Por ello, no tenemos menos miedo a equivocarnos y por lo tanto, acabamos confiando más en nosotros mismos/as. Gracias a estos pequeños procesos, las personas pueden aprender a través de estas terapias a tener más autoestima.
El estrés es una de las epidemias más extendidas de la actualidad. Por este motivo, a través de una terapia asistida con caballos las personas pueden afrontar mejor las situaciones de estrés ya que estar junto a estos animales puede ayudar a relajarse. Nuestro lenguaje corporal revela mucho más de lo que creemos. Por ejemplo, nuestra postura no solo determina nuestra seguridad y autoestima, sino que también revela a los demás como pueden tratarnos. A través de una terapia con caballos o la equinoterapia las personas pueden aprender a mejorar su comunicación no verbal ya que estos animales se comunican principalmente a través de ella.
Varios son los ejercicios realizados como parte de las terapias con caballos, ejercicios que dependerán de la necesidad de cada paciente. Entre ellos, los más habituales son los siguientes:
- Preparación del animal, con tareas tales como poner una cabezada.
- Montar a caballo (al paso, al trote y al galope).
- Trabajo en equipo para personas con problemas de comunicación.
- Cepillado e higiene del caballo.
- Control saludable del animal.
- Alimentación y cuidado del mismo.
Las terapias con caballos se emplean de manera satisfactoria con pacientes adultos y con niños, donde se consiguen muy buenos resultados en pacientes con autismo, síndrome de Down, timidez, problemas pricomotrices o motrices… También se han demostrado muy positivas para reducir el estrés, la ansiedad y la baja autoestima, así como la depresión.
Se recuerda que en 1969 se funda en los Estados Unidos la “North American Riding for the handicapped Association (NARHA)”. En 1987 un grupo de 18 fisioterapeutas de los Estados Unidos y Canadá viajan a Alemania a estudiar la hipoterapia, y a partir de entonces se estandariza su empleo, ganando en organización en el periodo de 1988/1992. En estas fechas se funda la American Hippotherapy Association. En 1994 se establece en los #EEUU el registro nacional de equino terapeutas y en el año 1999 se reconoce la especialidad. En la actualidad hay más de 700 centros que desarrollan la actividad en los Estados Unidos.
Cuando hacemos un recorrido por la literatura sobre el tema encontramos una gran variedad de términos, muchas veces empleados indistintamente entre ellos: equinoterapia, hipoterapia, equitación terapéutica, monta terapéutica, hipoterapia activa, hipoterapia pasiva, equitación social, equitación para discapacitados y otros que con frecuencia confunden al lector. De forma general lo práctico es dividir la actividad en dos grandes grupos: La equitación deportiva y la equinoterapia.
En la clásica equinoterapia descrita por los Alemanes, el tratamiento se fundamente exclusivamente en los movimientos del caballo y la respuesta del alumno, desarrollándose la actividad con la participación de fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales o logopedas, quienes evalúan la respuesta del paciente a los movimientos del caballo, modificando posturas y adaptando el paso del caballo a las necesidades terapéuticas del alumno. En la equinoterapia actual se incorporan además habilidades propias del profesional que dirige la actividad.
La #equinoterapia es una forma de tratamiento alternativo para personas con discapacidad física, psíquica o sensorial, problemas de salud mental y/o de adaptación social, que emplea como elemento terapéutico la relación del paciente afectado con el caballo, tanto en la monta como en el cuidado del animal, y aprovecha el movimiento multidimensional del caballo con un sentido terapéutico.
Como la definición es muy amplia se decidió crear una subdivisión en el Congreso de Equitación Terapéutica de Toronto (Canadá)1988 y fue aprovechada posteriormente a nivel internacional por la FRDI (Federation of Riding forthe Disabled International) con sede en Bélgica.
Te propongo un ligero repaso por esta subdivisión con un detalle de la misma:
LA HIPOTERAPIA:
Va dirigida a aquellas personas que por su grave discapacidad física y/o cognitiva no puede ejercer prácticamente ninguna acción sobre el caballo. Generalmente se realiza sin montura para lograr un contacto más directo entre el paciente y el caballo.
El sentido terapéutico de la actividad viene dado por la forma en que el profesional emplea al caballo, por la individualidad de las acciones que desarrolla en relación a las características de cada paciente y el momento evolutivo en el que se encuentra.
EQUITACIÓN TERAPEUTICA:
Va dirigida a personas que pueden ejercer alguna acción sobre el caballo, ya sea durante la higiene, preparación del material o a la hora de montar a caballo.
Mediante algunas adaptaciones individualizadas de acuerdo al tipo de discapacidad, se enseña a montar a caballo a personas discapacitadas teniendo la actividad un impacto favorable en especial en el área psicológica, pedagógica y social del alumno.
Los objetivos terapéuticos son más generales, el paciente monta generalmente sólo, con o sin silla y aprende los principios básicos de la equitación, paso, trote y galope según los avances del paciente.
EQUITACIÓN ADAPTADA:
Va dirigida a aquellas personas que practican la equitación con un objetivo lúdico o deportivo pero que por su discapacidad necesitan adaptaciones para acceder o manejar el caballo: rampas, escaleras, monturas adaptadas, estribos o riendas adaptadas etc.
EQUINOTERAPIA SOCIAL:
Término utilizado por algunos autores para hacer referencia a la actividad en el manejo de problemas de integración social, alcoholismo, drogadicción etc. mediante la utilización del caballo como elemento de unión y marcador de un objetivo común que fomente la relación y el trabajo en equipo con una finalidad
concreta.
El caballo nos ofrece tres características que son la base de la Equinoterapia:
a) La transmisión del calor corporal del caballo al jinete.
El calor corporal del caballo es de 38º y una vez ejercitado puede alcanzar 38,8º. Como el cuerpo del caballo el cuerpo del caballo genera más calor que el del ser humano podemos beneficiarnos de él como si fuera un instrumento calorífico que nos ayuda a relajar y distender la musculatura espástica (excesivamente rígida) del paciente.
b) La transmisión de impulsos rítmicos.
El caballo transmite a través de su dorso de 90-110 impulsos rítmicos al cuerpo del jinete que estimulan reacciones de equilibrio y producen una agradable sensación por su efecto mecedora, lo que contribuye a su vez al bienestar psíquico y emocional del paciente.
c) La transmisión de un patrón de locomoción.
La biomecánica del paso del caballo es muy similar a la del ser humano. Cuando eleva los miembros posteriores por debajo del centro de gravedad. La grupa y el lado del dorso en el que el posterior está elevado desciende ostensiblemente. Esto sucede de forma alterna al paso en 4 tiempos y al trote en 2. estemovimiento se transmite a la pelvis del jinete y es como “si andara sentado”.
Estos tres principios que se dan simultáneamente mientras la persona monta son la diferencia entre la terapia asistida con caballos y la terapia asistida por otros animales, que aportan también múltiples beneficios pero que no ofrecen la posibilidad de montarse en ellos.
Así pues la combinación de un caballo que transmita adecuadamente los tres principios, un terapeutaformado en Equinoterapia, un entorno tranquilo, tiempo, objetivos terapéuticos y una buena tarea de seguimientos hacen de este tratamiento una herramienta importante en el campo de la discapacidad, los problemas emocionales y los problemas sociales.
Es importante que además de leer este artículo, decidas apoyar el proyecto de Ley presentado ante el Congreso Nacional argentino. #Argentina merece urgente una ley nacional que regule la actividad.
Si necesitas mejor asesoramiento podés consultar aqui:
