Chroming, la nueva y mortal intervención juvenil
Ya es furor en las redes sociales, causa preocupación incertidumbre y desconcierto entre los adultos. Se llama #Chroming.
Ya es furor en las redes sociales, causa preocupación incertidumbre y desconcierto entre los adultos. Se llama #Chroming.
La palabra “Chroming” es un término informal originario de #Australia, que significa el acto de inhalar los vapores de una fuente tóxica, como una lata de aerosol o un recipiente de pintura. Los especialistas del hospital Infantil Real de Melbourne han definido a este término “Chroming” como la práctica de inhalar profundamente sustancias peligrosas con fines recreativos.
Aunque el término “Chroming” ha cambiado con el tiempo, el término tiene su origen en la práctica de inhalar pintura a base de cromo para conseguir la sensación de estar bajo los efectos de drogas. Algunos ejemplos de sustancias químicas tóxicas son los botes de aerosol, la pintura, el disolvente, los rotuladores permanentes, el quitaesmalte, el pegamento, los productos de limpieza, o la gasolina, la laca para el pelo, los desodorantes, el líquido para encendedores ó el óxido nitroso.
En el “Chroming” se inhalan directamente los gases de desodorante, por lo que es común entre la Generación "Z" ó "Alfa" y entre grupos de personas que no pueden permitirse o no tienen acceso a otras sustancias.
En la red social #TikTok los usuarios que practican el “Chroming”, publican vídeos bajo el término “WhipTok”, una expresión #argot para referirse al uso recreativo del óxido nitroso. Whiptok tiene más de 546,3 millones de visitas en la plataforma. Simples datos para padres desesperados que no saben educar a sus hijos.
El "Chroming" no solamente implica la inhalación de sustancias tóxicas para crear un subidón temporal. también produce un subidón temporal, similar a los efectos del alcohol.
Sin embargo, la actividad puede provocar ataques cardíacos, convulsiones, asfixia, coma, asfixia o lesiones mortales y puede causar daños permanentes en los órganos.
Según los médicos australianos, el abuso prolongado de la droga puede provocar trastornos cognitivos, como incapacidad para concentrarse, pérdida de memoria, alteración del juicio y disminución del cociente intelectual.