No todo suicidio se puede relacionar con la herencia, y los estudios concluyentes son limitados. Sin embargo, el historial familiar de suicidios es un factor de riesgo importante de comportamiento suicida, particularmente en familias en que el suicidio aparece como opción frente a situaciones problemáticas La predisposición a la conducta suicida podría transmitirse familiarmente como un rasgo independiente de los trastornos de los Ejes I y II En los últimos años, cada vez es más frecuente escuchar en los medios de comunicación como las cifras de suicidio incrementan año por año.
Es fundamental aclarar que la tendencia al suicidio no es hereditaria según los informes y guías oficiales de prevención en Argentina (Ministerio de Seguridad de la Nación, Sociedad Argentina de Pediatría).
La idea de que el suicidio es un “mal hereditario” es considerada un mito por las autoridades sanitarias y profesionales de la salud mental en el país. El suicidio es un fenómeno multicausal que resulta de una compleja interacción de factores.
A continuación, se presenta un informe completo basado en la perspectiva argentina sobre el tema, abordando el mito, los factores de riesgo reales (incluyendo el componente genético no hereditario) y las estadísticas nacionales.
La problemática del suicidio en Argentina es abordada por organismos como el Ministerio de Seguridad de la Nación (a través del Sistema Nacional de Información Criminal – Sistema Alerta Temprana, SNIC-SAT), el Ministerio de Salud, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y UNICEF, entre otros. Todos coinciden en desmentir categóricamente la creencia de que el suicidio sea un “mal hereditario”.
1. El Mito de la Herencia y el Enfoque Oficial Argentino
La principal postura de los documentos de prevención en Argentina es que el suicidio no se hereda.
- Diferencia clave: Si bien el acto suicida en sí no se hereda, lo que sí puede transmitirse en el ámbito familiar es la visión sobre el suicidio como una forma de solución a los problemas (Ministerio de Seguridad, Argentina.gob.ar). Esta es una transmisión de tipo cultural o educativo, no genética.
- Antecedente familiar como factor de riesgo: Un antecedente familiar o personal de intentos de suicidio es reconocido como un factor de riesgo significativo (SAP, Argentina.gob.ar). Esto no significa herencia directa, sino que la presencia de la conducta en el entorno cercano o la predisposición a trastornos mentales subyacentes (que sí pueden tener una carga genética) aumenta la vulnerabilidad de otros miembros.
En resumen, los informes buscan combatir el mito para eliminar el estigma y fomentar la prevención, centrándose en el abordaje de los factores de riesgo modificables.
2. El Suicidio como Fenómeno Multicausal
El consenso científico y médico en Argentina define el suicidio como un hecho multicausal, resultado de la interacción de diversos factores de las siguientes categorías:
A. Factores Genéticos y Biológicos (Componente de Vulnerabilidad)
Aunque el suicidio no es una “enfermedad genética”, la investigación a nivel mundial (citada en revisiones académicas en Argentina) indica que existe un componente genético que puede contribuir a la vulnerabilidad o predisposición a las conductas suicidas.
- Heredabilidad de la conducta: Algunos estudios sugieren una heredabilidad estimada de entre el 17% al 55% para los intentos de suicidio y alrededor del 20% para el suicidio consumado, independientemente de la herencia de trastornos mentales. Este componente genético se relaciona con la impulsividad, la agresividad y el riesgo de trastornos psiquiátricos.
- Sistema de Serotonina: La investigación se ha centrado en genes candidatos vinculados al sistema serotoninérgico. Por ejemplo, el polimorfismo del gen transportador de la serotonina ha sido asociado con una mayor probabilidad de desarrollar síntomas depresivos y conductas suicidas en combinación con factores ambientales estresantes.
- Trastornos Mentales: El 90% de las personas que mueren por suicidio han sido diagnosticadas con un trastorno psiquiátrico asociado. Dado que muchos trastornos psiquiátricos (como la depresión mayor) tienen un componente hereditario conocido, el riesgo de suicidio puede verse indirectamente influenciado por esta vía.
Es crucial entender: La herencia genética, si bien puede aportar un porcentaje de probabilidad a la conducta suicida, nunca actúa sola. El otro gran porcentaje está constituido por la interacción con factores ambientales y psicosociales.
B. Factores Psicosociales y Ambientales (Los Factores de Riesgo más Frecuentes en Argentina)
Los informes argentinos destacan que los factores del entorno son a menudo los más frecuentes en los antecedentes de las víctimas.
Categoría de Factores | Ejemplos Frecuentes en Argentina (SAP, INECO) |
Familiares | Antecedentes de intentos de suicidio en la familia, conflictos familiares, violencia entre miembros (incluyendo abuso físico y sexual), escasa o pobre comunicación, padres ausentes o autoritarismo, falta de cuidado y transmisión de pesimismo. |
Individuales | Trastornos mentales (depresión, ansiedad, psicosis), abuso de sustancias psicoactivas, antecedentes de autolesiones, desesperanza, aislamiento. |
Sociales/Estructurales | Progresiva desintegración del tejido social de sostén, familias atomizadas, dificultades para obtener acceso a la atención de salud mental, vulnerabilidad social y económica (desempleo, recesión económica, aunque no son la única causa). |
Eventos Vitales | Acumulación de acontecimientos vitales negativos (pérdidas, rupturas, bullying), especialmente en adolescentes y jóvenes. |
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3. Estadísticas Nacionales Relevantes (2017-2025)
Los datos del Sistema de Alerta Temprana (SAT) del Ministerio de Seguridad de la Nación muestran la magnitud del fenómeno en Argentina:
- Causa de Muerte Violenta: En el año 2023, el suicidio se constituyó como la principal causa de muerte violenta en el país, representando el 38,1% de las mismas y superando a las muertes viales y homicidios.
- Tasa de Suicidios: En 2024, se registraron 4.197 suicidios, con una tasa de 9,8 suicidios cada 100.000 habitantes mayores de 5 años. La tendencia ha mostrado un incremento persistente en los últimos años, con el mayor valor de la serie en 2024.
- Población más Vulnerable:
- Adolescentes y jóvenes: El suicidio es la segunda causa de muerte en la franja de 10 a 19 años (UNICEF, MSAL) y entre los 15 y 29 años.
- Género: Los varones presentan tasas de suicidio consumado tres veces más altas que las mujeres, aunque las mujeres reportan más intentos de suicidio.
4. Prevención y Abordaje
Dado que el suicidio no es hereditario sino multicausal, el foco de las políticas públicas y las recomendaciones de la salud mental en Argentina está en la prevención y la detección temprana.
Los ejes de acción recomendados por los organismos de salud son:
- Detección de señales de alerta: Reconocer cambios marcados en el estado de ánimo, aislamiento, manifestaciones verbales directas o indirectas sobre la intención de morir, o búsqueda de medios para autolesionarse.
- Eliminación del Estigma: Trabajar para que el pedido de ayuda se facilite y que la problemática no se catalogue desde una perspectiva moral (“cobarde” o “valiente”), sino como un problema de salud mental que puede ser transitorio y tratable.
- Fortalecimiento de Factores Protectores: Fomentar relaciones sociales de sostén, actividades positivas, y la capacidad de las familias para la comunicación y la contención de las inquietudes, especialmente en la adolescencia.
- Acceso a la Atención: Garantizar la disponibilidad y el acceso a servicios de salud mental para la atención temprana de las personas en riesgo.
En conclusión, el suicidio en Argentina es un grave problema de salud pública con una creciente incidencia, que no es una condición hereditaria sino el resultado de la confluencia de factores biológicos, psicológicos y sociales, siendo los antecedentes familiares un factor de riesgo que debe ser abordado mediante la prevención y el apoyo profesional.