Estos diminutos dispositivos moleculares son capaces de identificar células anómalas y neutralizar virus mediante sistemas programables de alta precisión. Cómo este avance podría cambiar la forma en que se tratan patologías complejas.
La ciencia médica enfrenta un avance extraordinario con el desarrollo de robots hechos de ADN sintético. Se trata de una tecnología a nanoescala que busca revolucionar el tratamiento de enfermedades infecciosas y cáncer. Estos diminutos dispositivos, diseñados para actuar como sistemas modulares, tienen el potencial de detectar, encapsular y neutralizar amenazas en el organismo. La investigación sobre este tipo de nanorobots representa un nuevo enfoque para la medicina personalizada y el manejo de enfermedades para las cuales existen pocas opciones terapéuticas.Los robots construidos a partir de ADN aprovechan las capacidades intrínsecas de esta molécula. El ADN permite programar su autoensamblaje en estructuras específicas, lo que facilita la creación de piezas funcionales a escala molecular. Cada estructura actúa como parte de un sistema más amplio y puede diseñarse con una tarea concreta, como identificar virus o células cancerosas, o bien comunicar información entre los módulos que forman el robot. De acuerdo al proyecto DNA-Robotics, coordinado por el especialista Kurt Vesterager Gothelf, el uso del ADN en el campo de la robótica se justifica por su capacidad de autoorganización exacta y predecible. Durante el proyecto, los investigadores primero se centraron en desarrollar módulos formados por ADN en forma de cubo. Cada uno de estos módulos, al igual que una pieza de un robot, tenía una función distinta. Por ejemplo, algunas de estas piezas estaban especializadas en la detección de virus o células cancerosas. Otras, en transmitir información entre las piezas del robot, y finalmente, algunas lograban realizar alguna acción, como la encapsulación del virus o forzar a la célula cancerosa a que activase sus mecanismos de apoptosis o «suicidio celular».
En el entorno virtual, o in silico, como se suele decir en el laboratorio, este método funcionaba a las mil maravillas. Al igual que un set de piezas montables, a partir de los distintos módulos se podía ir creando un robot de ADN con funciones cada vez más complejas según los módulos que se iban añadiendo y quitando.Los investigadores desarrollaron cubos de ADN con funciones diferenciadas. Algunas piezas se encargan de identificar patógenos, mientras que otras transmiten información o ejecutan acciones como encapsular virus o inducir mecanismos de muerte celular en células malignas. La naturaleza del ADN no solo sirve para codificar la vida, también ofrece un lenguaje de programación para la medicina del mañana. Investigadores de Europa y Estados Unidos están desarrollando nanorobots hechos de ADN capaces de ensamblarse con precisión, identificar patógenos y neutralizar amenazas en el organismo. Aunque aún se encuentran en fase experimental, los avances recientes sugieren que podrían convertirse en herramientas revolucionarias para la prevención y el tratamiento de enfermedades complejas.