Los cartílagos y las articulaciones son componentes fundamentales del sistema musculoesquelético que permiten el movimiento, la flexibilidad y la estabilidad del cuerpo. Su correcto funcionamiento es crucial para mantener la calidad de vida. Este informe explorará en detalle la estructura, función y las patologías asociadas a los cartílagos y las articulaciones.
El Cartílago: Un Tejido Conector Especializado

El #cartílago es un tipo de tejido conectivo especializado, avascular y aneural, lo que significa que no posee vasos sanguíneos ni nervios. Esta característica le confiere una gran resistencia a la compresión. Su matriz extracelular está compuesta principalmente por agua (70-85%), colágeno (especialmente tipo II), y proteoglicanos, siendo el condroitín sulfato y el queratán sulfato los más importantes. Estas moléculas, al atraer agua, le dan al cartílago su capacidad de resistir la deformación y de absorber impactos.
Existen tres tipos principales de #cartílago:
- Cartílago Hialino: Es el más común. Se encuentra en las superficies articulares de los huesos, en la nariz, la laringe y la tráquea. Su función principal es reducir la fricción entre los huesos y amortiguar los impactos.
- Cartílago Elástico: Contiene una gran cantidad de fibras elásticas, lo que le confiere una mayor flexibilidad. Se localiza en el pabellón de la oreja y la epiglotis.
- Cartílago Fibroso (Fibrocartílago): Contiene haces de colágeno tipo I, lo que lo hace muy resistente a la tracción y la compresión. Se encuentra en los discos intervertebrales, la sínfisis del pubis y los meniscos de la rodilla.
El cartílago es producido y mantenido por unas células llamadas condrocitos, que se encuentran dentro de pequeños espacios llamados lagunas. A diferencia de otros tejidos, el cartílago tiene una capacidad de reparación muy limitada debido a su falta de irrigación sanguínea, lo que lo hace vulnerable a lesiones y enfermedades degenerativas.
Las Articulaciones: Uniones Óseas para el Movimiento
Una articulación es el punto de unión entre dos o más huesos, y su función principal es permitir el movimiento. Se clasifican según su estructura y el grado de movimiento que permiten. Las más relevantes en este contexto son las articulaciones sinoviales, conocidas como articulaciones “aceitadas”, ya que son las que permiten mayor movilidad.
Estructura de las Articulaciones Sinoviales:
Las articulaciones sinoviales se caracterizan por varias estructuras clave:
- Superficies Articulares: Están cubiertas por cartílago hialino, que reduce la fricción entre los huesos.
- Cápsula Articular: Una envoltura fibrosa que rodea la articulación y la mantiene unida.
- Membrana Sinovial: Reviste la cara interna de la cápsula articular y produce el líquido sinovial.
- Líquido Sinovial: Un fluido viscoso, similar a la clara de huevo, que lubrica la articulación, nutre el cartílago y absorbe los impactos. La composición de este líquido, rica en ácido hialurónico, es lo que le da su función lubricante y de amortiguación.
- Ligamentos: Bandas de tejido conectivo fibroso que conectan los huesos entre sí, proporcionando estabilidad a la articulación.
- Tendones: Conectan el músculo al hueso, permitiendo la transmisión de la fuerza muscular para generar movimiento.
Patologías del Cartílago y las Articulaciones
Diversas enfermedades y lesiones pueden afectar la integridad de los cartílagos y las articulaciones, llevando a dolor, rigidez y pérdida de la función.
- Osteoartritis (OA): Es la enfermedad articular más común. Se caracteriza por la degeneración progresiva del cartílago articular. A medida que el cartílago se desgasta, los huesos comienzan a rozarse entre sí, causando dolor, inflamación y deformación de la articulación.
- Artritis Reumatoide (AR): Una enfermedad autoinmune crónica en la que el sistema inmunológico ataca la membrana sinovial, causando inflamación, dolor, hinchazón y, con el tiempo, destrucción del cartílago y el hueso.
- Lesiones Traumáticas: Desgarros de cartílago (meniscos), rupturas de ligamentos (como el ligamento cruzado anterior de la rodilla) y fracturas que afectan las superficies articulares pueden dañar el cartílago de forma irreversible.
- Condromalacia Rotuliana: Ablandamiento y deterioro del cartílago debajo de la rótula.
Mantenimiento y Cuidado
El cuidado de las articulaciones y los cartílagos es fundamental para prevenir la aparición de enfermedades degenerativas. Una dieta equilibrada, un peso corporal saludable y el ejercicio regular de bajo impacto (como la natación o el ciclismo) son cruciales. Estos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos que rodean las articulaciones, proporcionando mayor estabilidad y reduciendo la carga sobre el cartílago.
El cartílago y las articulaciones forman una unidad funcional vital para el movimiento y la protección del esqueleto. La lubricación proporcionada por el líquido sinovial en las articulaciones “aceitadas” es un mecanismo biológico extraordinariamente eficiente que permite una movilidad fluida y sin fricción. La falta de capacidad de autoreparación del cartílago subraya la importancia de su cuidado preventivo y la necesidad de una gestión eficaz de las patologías que lo afectan. La investigación en medicina regenerativa, como el uso de células madre, ofrece nuevas esperanzas para la reparación y regeneración de estos tejidos, buscando restaurar la función y la calidad. El cartílago articular es un tejido importante que forma parte de las articulaciones móviles del cuerpo humano, y que tiene la tarea de evitar el desgaste de la superficie de los huesos que se encuentran en movimiento continuo.
Las articulaciones son uniones que se establecen entre dos huesos, con la finalidad de producir variados movimientos de acuerdo al tipo de superficie articular de los huesos involucrados. Estas zonas para poder cumplir con sus funciones necesitan de varios componentes, de los cuales podemos destacar el líquido sinovial, cartílago, membrana, cápsula y bursa.
¿Qué función tiene el cartílago articular?
La principal función del cartílago, es soportar las fuerzas que se ejecutan con cada movimiento de la vida diaria. Así mismo, es el encargado de disminuir las probabilidades de que una persona padezca de lesiones articulares producto de factores internos o externos.
¿De qué está compuesto el cartílago articular?
Principalmente, este tejido se encuentra formado de unas células especiales, conocidas como condrocitos, y de otros elementos llamados fibroblastos, ácido hialurónico y colágeno.
Ahora bien, además de los condrocitos también existen otros dos componente articulares, los cuales aunque no forman parte directamente de las propiedades del cartílago si ayudan a que todas las células se mantengan irrigadas.
Esas partes son el hueso subcondral y el líquido de la sinovia. Ambos, son importantes para evitar el roce de todas las estructuras internas de cada articulación móvil.
¿Dónde está el cartílago articular?
El cartílago es un tejido que se localiza en las articulaciones móviles, específicamente por encima del hueso subcondral y por debajo del líquido sinovial. Por lo tanto, los tres elementos mencionados son los encargados de evitar el roce entre la superficie de cada hueso, lo cual puede conllevar a futuras lesiones.
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