Los estudios sobre el uso excesivo de pantallas en la infancia y adolescencia muestran un vínculo con problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad y la ideación suicida. La naturaleza de los contenidos y el uso adictivo, más que el tiempo total de exposición, parecen ser los factores más perjudiciales.
Adicciones y el efecto “pantalla” en la vida interior
Las pantallas pueden generar un efecto adictivo en el cerebro infantil al liberar dopamina, un neurotransmisor asociado al placer y la recompensa. Este mecanismo es similar al que se observa en otras adicciones, y puede llevar a una necesidad constante de buscar nuevos estímulos.
Este efecto adictivo puede interferir en el desarrollo de la vida interior del niño de varias maneras:
- Dificultad para tolerar el aburrimiento: La sobreestimulación constante de las pantallas hace que el aburrimiento, crucial para la imaginación y la creatividad, sea intolerable. El niño se acostumbra a una gratificación instantánea, lo que puede limitar su capacidad para construir sus propios mundos internos y desarrollar el “juego simbólico“.
- Aislamiento social y retraso en habilidades sociales: Cuando las pantallas se convierten en un refugio emocional, pueden sustituir las interacciones cara a cara. Esto afecta el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, como la empatía, la comunicación no verbal y la capacidad de resolver conflictos.
- Reducción de la atención y la concentración: El ritmo rápido y fragmentado de los contenidos digitales puede sobrecargar el sistema de atención, dificultando que el niño se concentre en tareas más lentas, como leer, estudiar o mantener una conversación. Esto afecta el desarrollo cognitivo.
- La invasión de las pantallas de teléfonos en infantes ha llevado a preocupaciones sobre su impacto en el desarrollo cognitivo, emocional y físico. El uso excesivo de pantallas puede retrasar el lenguaje, disminuir la atención y afectar el #aprendizaje. Además, el acceso a contenidos inapropiados y la exposición al ciberacoso son preocupaciones adicionales. Las familias deben establecer límites y guiar el uso de pantallas para mitigar estos riesgos y promover un desarrollo saludable en los niños.
te invito a que reflexiones con la ayuda de este video que presenta la perspectiva del neurocientífico Michel Desmurget, sobre cómo el uso de pantallas afecta el cerebro de los niños y sugiere estrategias para establecer normas de uso.
