La #fascia, históricamente subestimada como mera envoltura pasiva, ha sido reevaluada por la investigación contemporánea como un sistema de tejido conectivo tridimensional, continuo y altamente dinámico que impregna y envuelve todos los componentes del cuerpo: músculos, órganos, vasos sanguíneos y nervios.
Lejos de ser un simple material de relleno, se reconoce hoy como un órgano multifuncional con un papel crucial en la biomecánica, la neurofisiología y la salud general.

El término “Concentración de las Fascias” (o “focalización” en la práctica clínica) se refiere a las técnicas manuales, de ejercicio o posturales dirigidas específicamente a modular el tono, la tensión, la densidad y la viscoelasticidad de este sistema, buscando liberar restricciones y optimizar la función corporal.
🔬 Evidencia de la Función Fascial
La base para la intervención en la fascia reside en la creciente evidencia científica que documenta sus complejas funciones.
1. Transmisión de Fuerza y Biomecánica
Estudios biomecánicos han demostrado que la fascia no es solo un revestimiento, sino un importante transmisor de fuerza (transmisión miofascial).
- Conexión Muscular: Se ha observado que una porción significativa de la fuerza generada por un músculo puede ser transmitida lateralmente a músculos vecinos o distalmente a fascias y aponeurosis distales (ej. en el glúteo mayor, hasta el 85% de las fibras se dirige a la Fascia Lata). Esta red interconectada (concepto de Tensegridad) es fundamental para la estabilidad articular, la coordinación del movimiento y la eficiencia del gesto deportivo.
- Lesiones: Las lesiones por distensión muscular en atletas a menudo involucran los tejidos conectivos colágenos, incluyendo la fascia y la unión miotendinosa, lo que subraya su papel en la integridad estructural.
2. Fascia como Órgano Sensorial
Uno de los avances más significativos es el reconocimiento de la fascia como el órgano sensorial más rico del cuerpo.
- Inervación Densa: La fascia está abundantemente inervada con terminaciones nerviosas, conteniendo más receptores sensoriales por centímetro cuadrado que la piel y mucho más que el músculo. Se estima que alberga más de 250 millones de terminaciones nerviosas.
- Receptores: Histológicamente, se han identificado diversos mecanorreceptores y nociceptores (corpúsculos de Pacini, de Ruffini, terminaciones libres) en la fascia profunda y toracolumbar. Estos receptores proporcionan información crucial al sistema nervioso central sobre el estado de tensión, posición y movimiento del cuerpo (propiocepción y nocicepción).
- Dolor: La inflamación o el daño fascial, especialmente en la fascia toracolumbar (una de las áreas más estudiadas), la convierte en una fuente potencial de dolor crónico, rigidez y sensibilidad, ya que contiene una alta concentración de nociceptores.
3. Propiedades Contráctiles y Viscoelasticidad
Investigaciones han revelado que la fascia no es completamente inerte y posee una dimensión motriz.
- Miofibroblastos: Se ha identificado la presencia de miofibroblastos dentro de la fascia, células que contienen filamentos de actina-miosina, similares a los del músculo liso, y que tienen la capacidad de contraerse en respuesta a estímulos químicos y mecánicos. Esta capacidad de contracción activa podría influir en el tono fascial y la rigidez.
- Matriz Extracelular: La matriz está compuesta por fibras de colágeno y elastina, inmersas en una sustancia fundamental rica en proteoglucanos (como el hialuronano). La viscoelasticidad de esta sustancia permite el deslizamiento óptimo entre las capas fasciales y los músculos subyacentes.
🤲 Evidencia de la Intervención y “Concentración” Fascial
Las técnicas clínicas que buscan la “concentración” o modulación del sistema fascial (terapias manuales, yoga, estiramientos) encuentran su justificación en la evidencia antes mencionada:
- Mejora de la Movilidad y Reducción del Dolor: Numerosos estudios y revisiones sistemáticas han demostrado que las técnicas dirigidas a la fascia (liberación miofascial, estiramiento, manipulación fascial) pueden mejorar el rango de movimiento, la flexibilidad, y son efectivas en la reducción del dolor crónico y la rigidez musculoesquelética (ej. en el dolor lumbar).
- Efectos Neurofisiológicos: La manipulación o el estiramiento de las terminaciones nerviosas y mecanorreceptores en la fascia tienen un impacto directo en el sistema nervioso. Esto puede modular la percepción del dolor (hipoalgesia), reducir el tono muscular (optimización trofotrópica del hipotálamo) y mejorar la respuesta del sistema nervioso autónomo.
- Salud Fascial Integral: Mantener la fascia fuerte y elástica requiere movimiento activo, especialmente aquellos que involucran rebotes (para estimular la matriz) y entrenamiento de resistencia (para apoyar la función muscular). La hidratación y una postura correcta son también cruciales para su buen estado.
La “concentración de las fascias” se sustenta en la evidencia de que este tejido es un regulador sensorial y biomecánico clave. La investigación actual, liderada por congresos internacionales y publicaciones científicas, valida que el estado de la fascia (su tensión, densidad y elasticidad) influye profundamente en la transmisión de fuerza, la sensación de dolor y la propiocepción. Las intervenciones que buscan modular estas propiedades fasciales han demostrado ser una herramienta valiosa en la fisioterapia y la medicina del deporte para mejorar la función, la flexibilidad y aliviar el dolor, al interactuar con el sistema nervioso y las propiedades viscoelásticas del tejido conectivo.















































































Deja un comentario
Lo siento, tenés que estar conectado para publicar un comentario.